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Diccionario Ilustrado
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Serpiente Datos Bíblicos - Datos Científicos - Vívora - Diferencia entre serpiente, culebra y víbora |
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Serpiente, Datos Bíblicos Traducción de siete palabras hebreas, de las cuales najash es la principal, y de tres griegas: ofis, aspts, y herpetón. Todas son difíciles de identificar en la terminología zoológica moderna. La Biblia menciona con frecuencia las características comunes de la serpiente: su veneno (Números 21:6; Deuteronomio 32:24; Sal 58:4; Proverbios 23:32), la posibilidad de encantarla (Eclesiastés 10:11), su vivienda y sus hábitos (Génesis 49:17; Proverbios 30:19; Eclesiastés 10:8; Isaías 59:5; Amós 5:19; 9:3) y su inmundicia (Levítico 11:10, 41 siguiente). Al hombre le atrae y le repugna a la vez. Se le atribuye especial prudencia (compárese Mateo 10:16) y algunos poderes curativos (compárese Números 21:4-9, aunque aquí se aclara que el poder provenía de Dios). La serpiente y algunas de sus características también se usan como figuras de distintas realidades: las naciones se presentan como serpiente lamiendo el polvo ante el Dios de Israel (Miqueas 7:17) y Egipto como serpientes ante los leñadores (Jeremías 46:22; compárese Salmos 140: 3; Eclesiastés 10:8, 11; Amós 5:19; Mateo 7:10; Lucas 11:11). La mordida de serpiente se presenta como elemento de juicio divino (Números 21:4 siguientes; Jeremías 8:17; Amós 9:3). La serpiente representa a los malvados (Salmos 58: 4), a los asirios (Isaías 14:29), a los babilonios (Jeremías 8:17), a los enemigos de Israel en general (Deuteronomio 32:33), los efectos del vino (Proverbios 23:31, 32) y el peligro (Salmos 91:13). Jesús comparó con serpientes a los escribas y fariseos (Mateo 23:33). En Génesis 3, la serpiente aparece como el más astuto de los animales (3:1-3) y como el instrumento que Satanás utilizó para tentar al hombre (2 Corintios 11:3; Apocalipsis 12:9). Como consecuencia, Dios maldijo a la serpiente y para siempre la condenó a arrastrarse sobre su pecho (Génesis 3:14). Junto con el ser humano, la serpiente sufriría las consecuencias de una mutua enemistad (Génesis 3:15). Pero la victoria definitiva sobre la maldad llegaría en Cristo. En Éxodo 4:2-5, 28-30; 7:8-12, la serpiente aparece como señal de Moisés ante Israel y el faraón. Su vara se convierte en una serpiente y después vuelve a su forma original. En Egipto, la serpiente llamada cobra se consideraba como emblema de la inmortalidad y del dios benéfico Knef, aunque otras serpientes representaban la maldad. Los modernos encantadores egipcios saben hacer que la haje (cobra) permanezca rígida y en posición horizontal, de manera que asemeje una vara, apretándole el cuello de un modo especial. Pero de todos modos, Dios actuó de tal manera que su superioridad quedó claramente demostrada (Éxodo 7:12). En el desierto, Israel fue castigado con serpientes ardientes (najash saraf) por su rebeldía (Números 21:4-9; Deuteronomio 8:15). A estas probablemente se les llamó ardientes debido a la fiebre que causaba la mordedura o el ardor de la misma. (Se sabe de casos en que personas mordidas por serpientes de aquella región han muerto en pocos minutos.) Dios salvó de la muerte al pueblo (Números 21:7-9) por medio de una SERPIENTE DE METAL, la cual no tenía poder curativo en sí, sino que era un medio de poner a prueba la fe en el poder de Dios (compárese Isaías 45:22; y con Sabiduría 16:6 siguiente). En Isaías 14:29 y 30:6 se repite el vocablo saraf y se alude a una serpiente voladora, frase que quizás indica la velocidad con que la serpiente ataca. Se cree que la serpiente tortuosa o rolliza de Job 26:13 alude a la constelación llamada el Dragón, la cual pasa entre la Osa Mayor y la Osa Menor. Probablemente algunas menciones de serpientes se refieran a animales mitológicos o a monstruos que infunden terror (por ejemplo, Amós 9:3; compárese Génesis 1:21). En Isaías 27:1 se llama "serpiente veloz" y "tortuosa" al "LEVIATÁN", aquel "dragón que está en el mar". Pero no es claro si el profeta se refiere a la destrucción de tres monstruos, Asiria, Egipto y Babilonia, o si solo a la de uno de ellos (Asiria probablemente). En la mitología cananea se han encontrado relatos de la lucha victoriosa de Baal contra el "lotar" o "leviatán". El uso bíblico de la figura demuestra el dominio de Jehová sobre toda creación; pero también revela algo del concepto ambiguo de la serpiente. Jesús amonestó a sus discípulos a no provocar persecución innecesaria y a ser "prudentes como serpientes" (Mateo 10:16). En su explicación a Nicodemo, se comparó a sí mismo con la serpiente que había sido levantada en el desierto (Juan 3:14). Mediante la identificación de "la serpiente antigua" como SATANÁS, Apocalipsis (12:9; 20:2) afirma la victoria final de Dios sobre toda maldad (20:10).
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