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Diccionario Ilustrado
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Redención, Redentor | |
REDENTOR, REDENCIÓN
Los israelitas llamaban "redención: al acto e vengar la sangre de un pariente, al que lo hacía llamaban "redentor" (Números 35:12, 19, 21, 27; Deuteronomio 19:6, 12, 13). Para dejar en libertad a uno que había sido vendido es también redimir o rescatar (Levítico 25: 48). Redención esa asimismo el que compraba las tierras de un pariente difunto, para que no se perdieran (Rut 4:1-7). El término redención significa "liberado, devuelto mediante el pago de un rescate". Dios, habiendo pasado juicio sobre los primogénitos de los egipcios, reclamó los primogénitos de los israelitas para Su servicio (Éxodo 13: 2). Después del episodio del becerro de oro, Dios eligió a los levitas en lugar de a los primogénitos (Números 3:5-8, 12, 44-51; Éxodo 32: 26-29). Los primogénitos de más que no podían ser sustituidos por los levitas fueron rescatados por precio; así quedaron libres (Deuteronomio 3:46-51). De la misma manera, se podía redimir la tierra enajenada o a alguien que se hubiera vendido por deudas (Levítico 25: 23, 24, 47, 54). Los israelitas fueron redimidos de Egipto por el gran poder de Dios (Éxodo 15:3; véanse PASCUA, ÉXODO). De ahí, el tema pasa a la redención del alma o de la vida, perdida a causa del pecado. El hombre no puede dar a Dios rescate por su hermano: porque la redención del alma es de gran precio, y no se logrará jamás: esto es, se tiene que abandonar toda esperanza de dar uno mismo el rescate. El precio es imposiblemente alto para el hombre (Salmos 49:7 y 8). En el Nuevo Testamento hay dos términos que se traducen "redención": (a) "lutrosis", y sus derivados, "apolutrosis" y el verbo "Iutroõ", "desatamiento, liberación, desatar", indicándose la liberación mediante el pago de un rescate, redención, redimir. (b) "Exagorazõ", "comprar en un mercado". Cristo ha redimido a los creyentes de la maldición de la Ley (Gálatas 3: 13; 4: 5). Los cristianos son exhortados a que rediman el tiempo, esto es, a que compren o se aseguren cada oportunidad que les sea posible (Éfeso 5:16; Colosenses 4:5). Un término relacionado con éste, "agorazõ", se traduce "comprar" en todos los pasajes de la versión Reina Valera, a excepción de en 2 Pedro 2:1, "rescató"; Apocalipsis 5: 9, "redimido" (y Apocalipsis 14:3, 4 en la revisión 1960, "redimido"). En realidad, debiera traducirse con el verbo "comprar". La diferencia de concepto se aprecia mejor en pasajes como el de 2 Pedro 2:1, donde no se puede decir "redimido", porque los mencionados son los que niegan los derechos de Cristo, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina, aunque sí habían sido "comprados". Cristo compró todo, pero sólo los creyentes son "redimidos". Los cristianos hablan, en ocasiones, de la "redención de alcance universal" sin realmente significar este concepto, no distinguiendo apropiadamente entre "comprar" y "redimir". En Éfeso 1:14 se hallan ambos conceptos: "la redención de la posesión adquirida". En el Nuevo Testamento la doctrina de la redención es fundamental. Todos los hombre están esclavizados por el pecado y "los hijos de ira" (Efesios 2:1 al 3; 2 Timoteo 2:26); necesitan, por tanto, ser redimidos. Entre los del pueblo de Dios eras muchos los que esperaban la redención divina, Ana, la viuda profetiza, confió y declaró que el niño Jesús, a quien ella logró conocer en el templo, era esa esperanza (Lucas 2:36-38). Jesucristo realiza esta redención (Romanos 3:24; Gálatas 3:13) por medio de su sangre vertida en la cruz (Efesios 1:7; Colosenses 1:14). Él mismo habló de dar vida en rescate de muchos (Mateo 20:28) y Pablo dice que Cristo se dio asimismo en rescate de todos (1 Timoteo 2:6) para una redención que es eterna (Hebreo 9: 12). Él, pues, tomó nuestro lugar, y recibió el castigo que nosotros merecíamos por nuestros pecados.
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