Diccionario Ilustrado
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Éxodo    -   Bosquejo de Éxodo

    Libro que los judíos llaman we elle shemot (y estos son los nombres) según sus primeras palabras, y que la Septuaginta llama Exodos (salida), de acuerdo con el tema principal. Relata la historia del pueblo de Israel desde su salida de Egipto, donde habían sido esclavos, hasta la construcción del tabernáculo al principio del segundo año. La palabra inicial "y" (en el original) lo hacer ver como continuación del Génesis.

Estructura Del Libro

    Éxodo se divide simétricamente en dos partes principales: la salida de Egipto (1 al 19) y la revelación de Dios (20 al 40). Comienza donde termina Génesis. Empieza hablando de cómo los descendientes de Jacob se habían establecido en Egipto para escapar del hambre y las dificultades en su tierra. Durante muchos años los hebreos prosperaron y se multiplicaron con la bendición del soberano egipcio. Pero entonces, según un versículo que marca la transición (1:8), un faraón que no había sabido de José puso fin a la buena situación de los hebreos. Rebajaron a los hebreos a la condición de esclavos y los pusieron a trabajar en las obras de construcción del faraón (1:8 al 2:22).

    El libro se divide en dos partes principales: la salida de Egipto (1 al 18) y la revelación de Dios en el Sinaí (19 al 40).

    La primera parte, pues, relata la opresión bajo el faraón Amenofis II (1:1 al 2:22). Dios ve el sufrimiento del pueblo y prepara a Moisés para que sea el caudillo libertador (2:23 al 4:31).

    En 6:3 se previene a Moisés de que Israel será testigo de las hazañas de Dios que demostrarán lo que significan las palabras "yo soy Jehová", de una manera y con un alcance como no se les había revelado antes.

    Cuando en nombre de Dios Moisés le presentó al faraón la petición de que dejara ir al pueblo, el gobernante egipcio se endureció. Se hizo necesaria la intervención divina por medio de las diez plagas. Estas plagas (el primer gran período de milagros bíblicos) obligan al faraón a permitir la salida del pueblo de Israel (7:8 al 13:16).

    El relato de la salida, la renovada persecución del faraón, el paso del MAR ROJO y la salvación ocurrida allá, uno de los grandes temas del Antiguo Testamento, se describe no como un fenómeno natural, sino como un acto especial del Señor en favor de su pueblo. El pueblo cruza el mar Rojo y comienza su peregrinación hasta el monte Sinaí (13:17 al 19:25).

    En Sinaí se produce la formulación del pacto de Dios con el pueblo (20:1 al 24:18). Estos pasajes centrales contienen el Decálogo (20:1 al 17) y el Libro del Pacto (21 al 23). Este "libro" se atribuye expresamente a Moisés, con lo cual se presupone como ya existente todo lo que está en cierta relación con esta conclusión del pacto, la división de las semanas y la observancia del sábado, la primogenitura, la Fiesta de los Panes Ázimos (sin levadura), etc.

    En los capítulos restantes encontramos prescripciones respecto al tabernáculo, la institución del sacerdocio, que se confiere a Aarón y su familia (24:18b al 31:18) y la renovación del pacto después de la apostasía (32:1 al 35:3). Termina el libro con las instrucciones precisas para la construcción del tabernáculo (35:4 al 40:34).

Autor Y Fecha

    Éxodo es uno de los primeros cinco libros del Antiguo Testamento: libros que tradicionalmente se dice que escribió Moisés. (PENTATEUCO.) Sin embargo, algunos eruditos afirman que Éxodo fue compilado por un escritor o editor desconocido que extrajo los datos de muchos y diversos documentos históricos. Hay dos buenas razones por las que Moisés puede aceptarse, sin cuestionar, como el autor divinamente inspirado del libro.

    En primer lugar, Éxodo mismo nos habla del trabajo de Moisés como escritor. En Éxodo 34:27, Dios le manda: "Escribe tú estas palabras". Otro pasaje nos dice que "Moisés escribió todas las palabras de Jehová" en obediencia a su mandato (24:4). Así que es razonable suponer que esos pasajes se refieran a los escritos de Moisés que aparecen en el libro de Éxodo. Moisés estaba bien capacitado para escribir, pues lo educaron en la casa del faraón durante los primeros años de su vida.

    Puesto que Moisés escribió Éxodo, este podría fecharse algún tiempo antes de su muerte, alrededor de 1400 antes de Cristo Israel pasó los cuarenta años anteriores a esta fecha vagando por el desierto debido a su infidelidad. Este podría ser el mejor tiempo para escribir el libro.

Marco Histórico

    Éxodo abarca un período trascendental en los albores de la historia de Israel como nación. La mayoría de los eruditos conservadores sitúan los acontecimientos del Éxodo allá por el año 1445 antes de Cristo Se basan para ello en 1 Reyes 6:1. Según este pasaje, entre el éxodo y el cuarto año (cerca del año 966 antes de Cristo) del reinado de SALOMÓN mediaron 480 años.

     Interpretado literalmente, la fecha del éxodo sería cerca del año 1445. Esto pareciera confirmarse en Jueces 11:26 y Hechos 13:19, 20, y sugiere que a Moisés lo adoptó Hatsepsut, hija de Tutmosis I. Esto implica que, muerta Hatsepsut y siendo perseguidos sus amigos por Tutmosis III, Moisés huyó a Madián. Tutmosis III sería el faraón que persiguió a los israelitas y su hijo Amenhotep II el faraón durante el éxodo.

    Por otro lado, mucho eruditos creen haber descubierto una razón muy fidedigna para no aceptar el significado literal de la cifra 480 años de 1 Reyes 6:1, y ahora la interpretan como representación de 12 generaciones de 40 años cada una. Favorecen 1290 a. C. como la fecha del éxodo, por las siguientes razones entre otras:

I. La arqueología enseña que la destrucción de Laquis, Bet-el y Hazor ocurrió a mediados del siglo XIII antes de Cristo

II. El cuadro de Edom y Moab, entre el éxodo y la conquista, no parece concordar con lo que la arqueología ha descubierto respecto a la historia anterior a 1300 antes de Cristo

III. La mención de la ciudad de Ramesés en Éxodo 1:11, construida por Ramesés II (1300 al 1233).

     En síntesis, ninguna de las dos fechas carece de fundamento, pero las dos presentan problemas. Sin embargo, mientras no se descubran datos adicionales, parece más razonable interpretar literalmente lo que la Biblia afirma, por más insostenible que les parezca a algunos.

     La ruta del éxodo de los israelitas, aceptada tradicionalmente, sigue la costa oriental del golfo de Suez hasta entrar al desierto de Sin, y de allí al monte SINAÍ que se identifica con Musa o Serbal en el sur de la península. Hay quienes opinan que los israelitas no habrían llegado hasta el sur de la península por temor a los egipcios que guardaban las minas de Serabit, y se ha sugerido el monte Hellal como el monte de la Ley. No se ha podido identificar con certeza los sitios mencionados en la historia del éxodo, pero la ruta tradicional parece más aceptable a la luz de la historia bíblica.

Aporte a La Teología

     El libro de Éxodo ha ejercido una gran influencia en la fe de Israel y en la teología cristiana. El mensaje fundamental bíblico de la salvación surge en muchos sentidos del pacto entre Dios y su pueblo que se describe por primera vez en este libro.

     Vemos varios principios entrelazados en la narración de Éxodo. Uno de ellos es el endurecimiento de Faraón. Faraón se negó obstinadamente a obedecer la voz de Jehová. Esta maldad, que el Señor no causó, debía servir para demostrar el poder de Dios en Faraón y para glorificar su nombre. El endurecimiento es el último paso que lleva directamente a la condenación. No debemos olvidar que Faraón mismo endureció su corazón (8:15, 32) antes de que el texto afirmara que "Dios endureció a Faraón" (9:12; compárese 4:21; 7:13). Dios quería que Faraón permitiese la salida de Israel. Por eso demostró a través de milagros la realidad de su palabra. Envió las plagas para impresionar al rey e inducirlo a que diese el honor a Dios, y cesó estas plagas para conmover el corazón del rey. En todo esto se pone de manifiesto la verdad de que Dios no se complace en la muerte del injusto (Ezequiel 18:32). El Faraón se opuso, resistiendo continuamente la bondad divina y desbaratando a propósito toda influencia bienhechora producida por las plagas. Dios endurece a los que se endurecen. Deja de ocuparse de ellos, con lo cual quedan a merced de Satanás.

     Varios temas de este libros los vemos claramente desarrollado en la vida y ministerio de Jesucristo. Por ejemplo, Moisés recibió la Ley en el monte Sinaí; Cristo predicó el Sermón del Monte. Moisés levantó una serpiente en el desierto para salvación del pueblo; Cristo fue levantado en una cruz para dar vida eterna a los que confían en Él (Juan 3:14).

     La PASCUA (Éxodo 12), que Dios instituyó al libertar a los hebreos de la esclavitud, pasó a ser fundamental en la fe de Israel. Sirvió también como la base sobre la que Jesús instituyó la Santa Cena como recordatorio a sus seguidores. Si se entiende bien el Éxodo, el mensaje de la Biblia y el significado de la vida de Jesús se percibe con mayor claridad entre los cristianos.

     En resumen, el propósito del libro no solo es conservar el recuerdo de la partida de los israelitas de Egipto, sino presentar a la consideración humana las aflicciones y triunfos del pueblo de Dios; hacer notar el cuidado providencial que Dios ha tenido y los juicios infligidos sobre los enemigos. Claramente pone de manifiesto el cumplimiento de las divinas promesas y profecías dadas a ABRAHAM afirmándole que su posteridad sería numerosa y que serían afligidos en una tierra extraña, de la cual saldrían en la cuarta generación con grandes riquezas. El Éxodo es un buen símil del principio, progreso y fin de la salvación del creyente y de la historia de la Iglesia de Cristo en el desierto de este mundo hasta su llegada a la Canaán celestial.

Otros Puntos Importantes

Supuestos "mosaicos"

     De "posmosaicos" se tildan a menudo los pasajes del texto que al parecer se escribieron en tiempos posteriores a Moisés. Como tal se cita la nota (11:3) de que "Moisés era tenido por gran varón en la tierra de Egipto". Esta frase, que se justifica por el contexto, no debe entenderse como jactancia. Que Moisés no escribe el libro para gloriarse, se ve por muchos otros pasajes. Por ejemplo: 4:10 al 15, 24; 6:12; compárese Deuteronomio 1:37; 3:26.

     Otro pasaje que, según se afirma, da prueba de su origen posmosaico es Éxodo 16:35: "Así comieron los hijos de Israel maná cuarenta años, hasta que llegaron a tierra habitada; maná comieron hasta que llegaron a los límites de la tierra de Canaán". Pero de estas palabras no hay que deducir que las escribió otro autor. Indican, más bien, que el libro tuvo su redacción final poco antes de la muerte de Moisés.

     Está además 20:24: "En todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré". Este pasaje se interpreta preferentemente en sentido de que podía haber, de manera simultánea y con aprobación divina, varios lugares de culto, lo que sería una clara contradicción a la exigencia de Deuteronomio 12:14 de que los sacrificios solo se presentaran en el lugar que "escogiera Jehová". Se trataría de una contradicción incomprensible, si realmente en Éxodo 20:24 se permitieran sacrificios en todo lugar, mientras que según Deuteronomio 12:14 solo se debían presentar en el santuario principal, siendo ambos pasajes de un mismo autor. Pero tal dificultad se disuelve si se toma en cuenta el cambio de situación determinado por la inminente entrada a la tierra prometida que se prevé en la legislación del Deuteronomio. En el tiempo de la peregrinación, a que se refiere sobre todo el Libro del Pacto, como también la mayor parte del Levítico, el santuario central cambiaba constantemente de posición. Puede agregarse también la explicación de que Éxodo 20:24 significa "en la región de todo el santuario", con lo que tendríamos aquí una referencia directa al único santuario posterior, el de Jerusalén.

     Las dificultades con respecto a las diferencias de posición del tabernáculo (según Éxodo 33:7, siempre fuera del campamento; según Números 2:2 siguientes, siempre en medio del campamento) se resuelven al comprender que el tabernáculo de Éxodo 33:7 no es el mismo que el de Números 2:2 siguientes, sino una tienda provisional que sirvió de tabernáculo hasta que se pudo construir el definitivo, según las prescripciones señaladas en Éxodo 25 al 27. (PENTATEUCO.)