POMPEYA

Pompeya fue una ciudad de la Antigua Roma ubicada junto con Herculano y otros
lugares más pequeños en la región de Campania, cerca de la moderna ciudad de
Nápoles y situados alrededor de la bahía del mismo nombre en la Ciudad
metropolitana de Nápoles.
El origen del topónimo de Pompeya es incierto. Como posible etimología se halla
la que cuenta Solino, recogida en Baltasar Manteli:
...añade que Hércules al partir victorioso de España, entró en la Provincia
de Campania, llevando como en pompa los bueyes que había robado y que por razón
de esta pompa dio el nombre de Pompeya a la ciudad que edificó...
Otra teoría, también clásica, hace derivar el nombre del osco pumpe (cinco),
deduciendo que la ciudad se había formado a partir de cinco aldeas. El geógrafo
Estrabón, por su parte, propuso otra etimología al mencionar que Pompeya estaba
situada cerca de un río que servía para recibir las mercancías y expedirlas
(en griego, εκπεμπέιν, ekpempein).
Pompeya fue enterrada por la violenta erupción del
Vesubio el 24 de agosto del año 79, aunque hay pruebas que indican que pudo
haber ocurrido más tarde en otoño o invierno. A partir de los trabajos
arqueológicos realizados en 2018, esta pudo ocurrir el 24 de octubre. Muchos de
sus habitantes fallecieron debido al flujo piroclástico. En sus proximidades se
levanta la moderna y actual ciudad de Pompeya.
Orígenes
Los orígenes de Pompeya son discutidos. Los restos más antiguos hallados en la
ciudad son del siglo IX a. C., aunque estos son de tal naturaleza que no
demuestra que ya existiera un asentamiento allí. Como quiera que fuese, la
mayoría de los expertos está de acuerdo en que la ciudad debía de existir ya en
el siglo VI a. C. con las dimensiones que tenía en época histórica y estar
ocupada por los oscos, uno de los pueblos de la Italia central, según confirma
Estrabón en su Geografía.
Dominio griego

Los bien conservados frescos de Pompeya son una muestra
excelente de la cultura de la ciudad.
En el 80 a. C. se
produce un cambio importante cuando Lucio Cornelio Sila funda en Pompeya la
Colonia Cornelia Veneria Pompeiorum, que conllevó una importante pérdida del
equilibrio local, que, sin embargo, se solucionó en dos o tres décadas.
La cámara municipal de los quattuoviri se sustituyó por otra
de solo dos duoviri que convocaban y presidían las asambleas (que elegían los
magistrados) y el consejo ciudadano (ordo decurionum), compuesto por cien de los
magistrados anteriores. El duumvir más importante, llamado duumnvir iuri dicundo,
era el responsable de la administración de justicia. El otro, llamado duumvir
viis aedibus sacris publicis procurandis, cuidaba de las calles, los edificios
públicos y religiosos, los mercados y el orden público. Desde el siglo VIII a.
C. habían existido colonias griegas en la región, destacando la importante
ciudad de Cumas, al otro lado del golfo de Nápoles. Los etruscos se
establecieron en la región alrededor del siglo VII a. C. y durante más de ciento
cincuenta años rivalizaron con los griegos por el control de la zona. Se
desconoce, sin embargo, la influencia real de estos pueblos en el origen y
desarrollo posterior de la ciudad, ya que los datos arqueológicos no son
concluyentes.
Dominio samnita
A finales del siglo V a. C. los samnitas, otro pueblo
de lengua osca, invadieron y conquistaron toda la Campania. En este momento
histórico hay una disminución drástica de la cantidad de materiales hallados en
la ciudad, lo que induce a algunos arqueólogos a pensar que la ciudad pudo ser
abandonada temporalmente. Si estuvo abandonada, lo fue brevemente porque en el
siglo IV a. C. la ciudad formaba parte de la llamada confederación samnita y
servía de puerto a las poblaciones situadas río arriba.
Los nuevos gobernantes impusieron su arquitectura y
ampliaron la ciudad. Se cree que, durante la dominación samnita, los romanos
conquistaron la ciudad durante un corto periodo, pero esas teorías nunca han
podido ser verificadas. Sea como fuere, se sabe que durante la época samnita la
ciudad era gobernada por un magistrado (posiblemente también con poderes de
administrador de justicia) que recibía el nombre de Medix Tuticus (en osco,
meddís túvtiks).
Romanización
Pompeya participó en la guerra que las ciudades de la
Campania iniciaron contra Roma, pero en el año 89 a. C. fue asediada por Lucio
Cornelio Sila. Aunque las tropas de los aliados, comandadas por Lucio Cluencio,
ayudaron en la resistencia a los romanos, Pompeya se vio obligada a aceptar la
rendición en el año 80 a. C. tras la conquista de Nola. Después de este
episodio, Sila estableció una colonia con el nombre de Colonia Cornelia Veneria
Pompeianorum. Los habitantes recibieron poco después la ciudadanía romana, pero
se les privó de una parte de su territorio.
La ciudad se transformó en un importante punto de paso de
mercancías, que llegaban por vía marítima y que eran enviadas hacia Roma o hacia
el sur de Italia siguiendo la cercana vía Apia. Las primeras noticias
confirmadas sobre la vida pública de Pompeya datan del siglo II a. C., cuando el
aumento de la documentación escrita conservada permite saber que la ciudad
estaba gobernada por un magistrado elegido anualmente y un consejo compuesto por
exmagistrados. Esta forma de gobierno cambió a raíz de la participación de la
ciudad, entre el 91 y el 89 a. C., en la llamada guerra social, realizada contra
los romanos por sus socii (los aliados) con tal de obtener la ciudadanía romana.
Tras la conquista de la ciudad por parte de las tropas
romanas, parece que Pompeya se convirtió en municipium. En la práctica esto
significaba que los habitantes de la ciudad, como los de todos los municipios,
asumieron la ciudadanía romana en lo tocante a sus obligaciones ciudadanas
(fiscales, militares, etc.) pero no en cuanto a los derechos de los ciudadanos.
En esencia, los habitantes del municipio perdieron su libertad política. Lo que
Roma les dio fue una autonomía administrativa local, en este caso a cargo de un
consejo de cuatro magistrados (quattuoviri), al lado del que había un cuestor (quaestor).
Igual que a todos los municipios, a Pompeya se le dio la oportunidad de ejercer
su propia jurisdicción.
Eventos volcánicos previos
El año 59 se produjeron serios disturbios en el
anfiteatro de la ciudad entre los pompeyanos y unos visitantes de Nuceria, que
tuvieron como resultado diversos muertos y heridos. El enfrentamiento fue de tal
magnitud que llegó a oídos del emperador Nerón, que prohibió las exhibiciones de
gladiadores en la ciudad durante diez años y exilió a los promotores del
espectáculo entre los que se encontraba Livineyo Régulo.
En el año 62 un fuerte terremoto dañó seriamente la ciudad. Según
Tácito, "fue en gran parte destruida por un terremoto". En el periodo
subsiguiente se emprendieron trabajos de restauración que todavía no habían
concluido cuando el Vesubio entró en erupción. Había templos y lugares públicos
en ruinas y varias cuadrillas de obreros reparando desperfectos en casas
privadas. Esta situación pudo deberse a que el terremoto del año 62 dejó, en
efecto, la ciudad casi destruida o a los trabajos de reparación de los
desperfectos debidos a los pequeños seísmos previos a la erupción. Varios
edificios conservan placas en honor a los ricos ciudadanos que ofrecieron su
propio dinero para repararlos.
Destrucción y desaparición histórica
La fecha tradicional para la erupción y avalancha piroclástica que destruyó
Pompeya aparece en el relato de Plinio el Joven es el 24 de agosto de 79. Sin
embargo, esta fecha puede deberse a un error de trascripción durante la Edad
Media, en la que había muchas posibilidades de que los números romanos fueran
confundidos. Por tanto, algunos expertos opinan que en realidad tuvo lugar en
otoño o invierno, dada la gran cantidad de frutos otoñales hallados entre las
ruinas y el hallazgo de una moneda entre las que portaba una dama en su bolsa,
cuya fecha de acuñación más temprana no debió ser anterior a septiembre de 79.
De hecho, algunas excavaciones sugieren que ya había acabado la vendimia, la
cual se realizaba en octubre. Algunos cuerpos también muestran túnicas y mantos
gruesos, propios de un mes más frío, aunque no es un buen indicio de la estación
del año.

El último día de Pompeya, obra
realizada por Karl Briulov entre 1830 y 1833. Óleo sobre tela de 456.5 x 651 cm.
exhibido en el Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, Rusia. Antecedentes: Karl
Briulov visitó Pompeya en 1828, y en esa oportunidad realizó bocetos
representando la erupción del Monte Vesubio del año 79 d.C. ; la pintura hecha
por el artista en base a estos bocetos, recibió muchos elogios en la exposición
realizada en Roma, aportando a Briullov más aclamación y reconocimiento que el
que pudiera haber recibido por cualquier otra obra suya. Esa fue la primera obra
de arte rusa que causó tanto interés en el extranjero, inspirando un poema
antológico de Alexander Pushkin, así como la novela "Los últimos días de
Pompeya" de Edward Bulwer-Lytton. Así se ha desarrollado un tema clásico, aunque
incluyendo características del romanticismo tal como se lo ha manifestado en el
arte ruso, al abarcar el drama, el realismo templado (mezclado) con el
idealismo, el interés por la naturaleza, y la afición por los temas históricos.
Un autorretrato se presenta en la esquina superior izquierda de esta pintura,
bajo el campanario, aunque no es fácil de ubicar e identificar.
Descubrimiento
Debido a las gruesas capas de ceniza cubrieron las dos ciudades situadas en la
base de la montaña, y sus nombres y localizaciones exactas acabaron olvidados en
la memoria colectiva de las nuevas generaciones. Herculano fue redescubierta en
1738 casualmente, y Pompeya diez años después, en 1748 igualmente de manera
casual. Herculano está parcialmente enterrada entre 20 y 28 m de profundidad en
un manto de ceniza y material piroclástico y solo se ha descubierto un 4% de la
urbe, mientras que Pompeya estaba bajo una capa de ceniza de 30 cm de
profundidad promedio. Después del cataclismo, se intentó ubicar las ciudades sin
mucho éxito, pero paulatinamente fueron cayendo en el olvido de los siglos hasta
1550.
Historia de los trabajos arqueológicos
El descubrimiento tuvo lugar en el año 1550, cuando el arquitecto Fontana estaba
excavando un nuevo curso para el río Sarno. Pero hubo que esperar ciento
cincuenta años antes de que se iniciara una primera campaña para desenterrar las
ciudades. Hasta esa fecha, se asumía que Pompeya y Herculano se habían perdido
para siempre.
Se ha sostenido la teoría (sin demostrar) de que Fontana inicialmente encontró
algunos de los famosos frescos eróticos y, escandalizado debido a la estricta
moral reinante en su época, los enterró de nuevo en un intento de censura
arqueológica.
Excavadores posteriores plasmaron en
sus informes que los lugares en los que estaban trabajando habían sido
desenterrados y enterrados de nuevo con anterioridad. El rey Carlos VII de
Nápoles, intervino como patrono y visitante frecuente de los primeros trabajos ,
mucho más conocido como Carlos III de España entre 1759 y 1788. Las primeras
actividades no eran con interés arqueológico si no con el afán de buscar piezas
valoradas y tesoros supuestamente ocultos.
Posteriormente, fue el ingeniero director de los
primeros trabajos sobre Pompeya y Herculano el aragonés Roque Joaquín de
Alcubierre, durante una treintena de años buscador de esculturas y objetos
artísticos para las colecciones reales, hoy preservadas en los grandes museos de
Madrid, Roma y Nápoles.
Desde entonces, ambas villas fueron excavadas con criterios
cada vez más científicos y no ya como meros cofres de tesoros, revelando
numerosos edificios intactos, así como pinturas murales. El foro, los baños,
muchas casas y algunas villas permanecieron en un sorprendente buen estado de
conservación. A poca distancia de la ciudad se descubrió un albergue de 1000 m²
que hoy en día se conoce como "Gran Hotel Murecino".
Las ruinas fueron objeto de varias campañas de bombardeo por
parte de los Aliados en 1943, que destruyeron buena parte del Teatro Grande y
del Foro, así como algunas casas, que fueron convenientemente restauradas una
vez finalizada la Segunda Guerra Mundial.
Efectos del cataclismo sobre la urbe
En 2018, un equipo de arqueólogos descubrió una inscripción
fechada dieciséis días antes de las calendas de noviembre en el antiguo
calendario romano, es decir el 17 de octubre, por lo que, según su teoría, la
erupción habría tenido lugar el 24 de octubre. Una importante área de las
investigaciones se centra en las estructuras que estaban siendo restauradas
durante la erupción (presumiblemente dañadas en el terremoto del año 62).
Algunas de las pinturas antiguas dañadas pudieron ser cubiertas con nuevos
frescos, y se utilizan modernos instrumentos para analizar las pinturas ocultas.
La razón más probable por la cual esas estructuras todavía estaban siendo
reparadas diecisiete años después del terremoto era la creciente frecuencia de
pequeños temblores que precedieron a la erupción, como se puede extraer de las
palabras de Plinio el Joven, único testigo cuyas noticias nos han llegado: "Durante
muchos días antes hubo temblores de tierra".
Prueba de la tremenda actividad sísmica en la zona de Pompeya
es que, en las cercanías de la actual Puerta Marina, se han hallado restos de un
embarcadero, si bien algo más abajo en dirección al mar se han encontrado más
edificaciones romanas. Así pues, la línea de costa tuvo que cambiar
considerablemente en los últimos siglos de la ciudad, aunque no se sabe
exactamente dónde estaría el puerto en sus últimos años de historia.
Aunque la ciudad de Pompeya se ha conservado en un estado
envidiable bajo la capa de cenizas, hay que tener en cuenta que durante la
erupción los edificios vivieron un fenómeno muy parecido a un bombardeo, motivo
por el cual la mayoría de los tejados se vinieron abajo y muchas edificaciones
grandes se hallaron gravemente arruinadas.
Durante las excavaciones, ocasionalmente eran hallados huecos
en la ceniza que habían contenido restos humanos. Algunos estudios fisiológicos
del proceso de muerte en los restos petrificados indica que la mayoría de las
víctimas murieron instantáneamente por golpes súbitos de temperatura de entre
300 a 600°C y no por una larga agonía. Este descubrimiento basado en hechos
científicamente probados sugiere que el cataclismo fue de mayor magnitud que lo
que se creía.
En 1860, el arqueólogo italiano Giuseppe Fiorelli sugirió
rellenar estos huecos con yeso, obteniendo así moldes que mostraban con gran
precisión el último momento de la vida de los ciudadanos que no pudieron escapar
a la erupción. En algunos de ellos la expresión de terror es claramente visible.
Otros se afanan en tapar su boca o la de sus seres queridos con pañuelos o
vestidos tratando de no inhalar los gases tóxicos, y alguno se aferra con fuerza
a sus joyas y ahorros. Tampoco falta quien prefirió ahorrarse el tormento
quitándose la vida, conservándose su cuerpo junto a pequeñas botellas que
contenían veneno. Los perros guardianes siguen encadenados a las paredes de las
casas de sus amos, al igual que los gladiadores del anfiteatro, en este último
caso, acompañados de una misteriosa mujer cargada con todas sus joyas de gala.
El número actual de víctimas detectadas es de unos 2000 individuos,
y es de esperar que aparezcan muchas más en las partes de la ciudad que todavía
no han sido excavadas.
Pompeya en la actualidad
Pompeya se ha convertido en un destino turístico popular de
Italia. Actualmente es parte del Parque nacional del Vesubio, más amplio, y fue
declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1997. Las "zonas
arqueológicas de Pompeya, Herculano y Torre Annunziata" se registraron con el
código conjunto de 829 y las siguientes localizaciones, todas ellas en la Ciudad
metropolitana de Nápoles, región de Campania:
Si tiene conexión a internet
pude dar "Click" a los enlaces de la siguiente gráfica
Para combatir los problemas relacionados con el turismo, el cuerpo rector de
Pompeya, la Soprintendenza Archaeological di Pompei ha comenzado a emitir nuevas
entradas para permitir a los turistas visitar también ciudades como Herculano y
Estabia así como la Villa Popea, con la finalidad de animar a los visitantes a
ver estos lugares y reducir la presión sobre Pompeya. Las ruinas de Pompeya
recibieron 2,571,725 visitantes en 2007.
Pompeya es también una fuerza directriz detrás de la economía de la vecina
ciudad de Pompeya. Muchos residentes tienen empleos en el negocio del turismo y
la hostelería, sirviendo como conductores de autobús o taxi, o camareros. Las
ruinas pueden alcanzarse simplemente caminando desde la ciudad moderna a través
de varias entradas, hay aparcamientos para coches y las entradas son también
accesibles para los turistas a través de una línea férrea desde la ciudad
moderna, o en una línea de tren privada, la Circumvesuviana, que va directamente
al lugar antiguo.
Las excavaciones en el lugar han cesado, en general, debido a una moratoria
impuesta por el superintendente del lugar, profesor Pietro Giovanni Guzzo.
Además, el lugar está menos accesible a los turistas, con menos de un tercio de
los edificios abiertos en la década de 1960 disponibles actualmente para la
visita pública. Esto se debe a los incesantes trabajos de mantenimiento para
evitar el deterioro de la parte ya descubierta. Aparte de derrumbes y usos
inadecuados, cada año, al menos 150 m² de frescos y trabajos de enlucido se
pierden por falta de mantenimiento.
A fecha de agosto de 2018, se ha encontrado un palacio en la zona "Regio V". el
palacio está decorado con frescos característicos del primer estilo ornamental
de la ciudad.
Un testimonio único
La
ciudad ofrece un cuadro de la vida romana durante el siglo I. El momento
inmortalizado por la erupción evidencia literalmente hasta el mínimo detalle de
la vida cotidiana. Por ejemplo, en el suelo de una de las casas (la de Sirico),
una famosa inscripción Salve, lucrum ("Bienvenido, dinero"), quizás con
intención humorística, nos muestra una sociedad comercial perteneciente a dos
socios, Sirico y Numiano, aunque este último bien podría ser un apodo, ya que
nummus significa «moneda». En otras casas abundan los detalles sobre diversos
oficios, como los trabajadores de la lavandería (fullones). Así mismo, las
pintadas grabadas en las paredes son muestras del latín coloquial empleado en la
calle. Sin embargo, no hay que pensar que la ciudad que se excava en la
actualidad quedó congelada en el momento de la erupción. La población de
Pompeya en el año 79 se calcula se situaba entre las 10,500 a las 15,000
personas, mientras que hasta ahora solamente se han encontrado unos 2000
cadáveres. Además, muchos de los edificios de esta ciudad romana están
destruídos pero extrañamente vacíos, lo que hace pensar que gran parte de la
población habría huido ya durante los terremotos y explosiones que precedieron a
la gran erupción, recordando, quizás, el gran terremoto del año 62, y por tanto,
es de presumir que se habrían llevado con ellos una parte de sus objetos de
valor. Se explican así, además, la ubicación de algunos tesoros que se han
hallado en la ciudad, haciendo presumir que algunos ciudadanos de los que
huyeron, los escondieron para recuperarlos cuando los problemas pasaran. Por
último, existen varias pruebas de que la ciudad fue saqueada, ya fuere por sus
antiguos habitantes o por otras personas, durante los meses e incluso los años
siguientes, a fin de recuperar sus pertenencias o llevarse los materiales
valiosos, para lo cual excavaron túneles entre las cenizas endurecidas.
En el año de la erupción se calcula que la población de Pompeya era de unas 15,000 personas como máximo. La ciudad estaba situada en una zona donde abundaban
las villas vacacionales, y contaba con numerosos servicios: el macellum (gran
mercado de alimentos), el pistrinum (molino), los thermopolia (una especie de
taberna que servía bebidas frías y calientes), las cauponae (pequeños
restaurantes), y un anfiteatro. La Campania era una fértil región agrícola desde
antiguo. En el pequeño pero activo puerto de la ciudad, los excedentes agrícolas
eran cargados y enviados a Roma y otras grandes ciudades, y sus vinos eran
especialmente apreciados.
En el año 2002, un importante descubrimiento en la desembocadura del río Sarno
reveló que en el puerto también había viviendas, muchas de ellas palafitos con
un sistema de canales, que sugieren una cierta similitud con Venecia.
Restos arqueológicos
Foro de Pompeya

El foro, como en toda ciudad romana, era el centro cívico y
el corazón de la vida comercial de Pompeya. Era un amplio espacio abierto con
forma rectangular rodeado en tres de sus lados por una columnata y en el otro
por el Templo de Júpiter, con varios edificios públicos importantes en torno a
él.
Constaba de un área libre de 145 m de longitud por 38 m de
anchura, estaba pavimentada en piedra. En ella se erguían estatuas
conmemorativas del emperador, de miembros de su familia o de ciudadanos locales
de alguna importancia.
Era típico ver en el foro mesas o banquetas donde los
vendedores exponían sus productos al público; se colocaban en los bordes de la
zona libre, junto a las columnatas y cuando llovía se trasladaban a los
corredores, unos pasillos que estaban techados donde la gente paseaba y solía
negociar.
Al foro se accedía mediante una gran puerta de bronce, dentro del foro no se
permitía la circulación de carruajes.
En el foro había tablillas expuestas al público donde se
escribían noticias importantes de la época, como el resultado de las últimas
elecciones o la fecha de algún espectáculo, e incluso había gente que
aprovechaba para exponer sus quejas o para hacer publicidad de su
establecimiento. Un ejemplo encontrado de ellos sería: "Macerior ruega al edil
que prohíba a la gente hacer ruido en la calle y moleste a las personas decentes
que están durmiendo".
Templo
de Júpiter
El templo de Júpiter cierra la plaza del Foro en el
lado norte. Si bien en su origen fue solo dedicado a Júpiter, después del año 80
a. C. fueron también veneradas en él las diosas Juno y Minerva, formando así la
llamada tríada capitolina que era la protectora de Roma y el imperio. El templo
fue construido en el siglo II a. C., fue gravemente dañado por el terremoto del
año 62 d. C. y estaba siendo restaurado al momento de la erupción del Vesubio.
Macellum
El Macellum era el gran mercado de alimentos, dotado con una fuente
de agua en el centro donde se lavaban los pescados. Fue construido ya en la
época del Imperio.
Edificio de Eumaquía
Este edificio albergaba al gremio de tintoreros y lavanderos, toma su nombre de
la sacerdotisa Eumaquía que patrocinó su construcción y fue dedicado a la
Concordia y a la Piedad Augusta, así como a Livia, esposa del emperador Augusto,
tal como reza una inscripción en el arquitrabe del pórtico.
Lamentablemente, esta construcción sufrió grandes daños durante el terremoto del
año 62, y los trabajos de restauración no estaban muy avanzados cuando ocurrió
la erupción del Vesubio.
En el patio fue hallada la estatua de Eumaquía que hoy se encuentra en el Museo
Arqueológico Nacional de Nápoles.
Basílica

La basílica de Pompeya era la sede de la administración de
justicia y, junto con el Foro, constituía el edificio más importante de la
ciudad. Tenía cinco puertas que abrían hacia el Foro, que daban paso a tres
naves internas. La época de la fundación se calcula hacia el 120 a. C.
Templo
de Apolo
Frente a la basílica se encuentra el templo de Apolo, dentro
de una amplia zona delimitada por un cuadripórtico con 48 columnas. La cella
está situada en un podium típicamente itálico rodeado por una columnata corintia
con seis columnas en su parte frontal. A los pies de la escalinata se encuentra
una ara fabricada en travertino, cuya inscripción se remonta a la época de Sila,
cuando Pompeya pasó directamente al dominio de Roma. A la izquierda, según se
mira la cella, se halla una columna jónica en mármol gris y por encima de esta
se aprecia un reloj de sol.
El culto al dios Apolo, importado de Grecia, estaba muy
difundido en la región de Campania. En Pompeya, como lo han demostrado las
investigaciones realizadas en el área de este templo, se remonta al siglo VI a.
C., si bien su aspecto actual se debe a una remodelación del siglo II a. C. y
una restauración posterior al terremoto de 62, que al momento de la erupción aún
no se había terminado.
Se supone que además de Apolo, de quien se encontró una estatua en
el acto de arrojar una flecha, otras divinidades eran veneradas en este recinto:
Diana cazadora y Mercurio.
Templo de los Lares
Al lado del macellum se encontraba una
amplia construcción de la misma época, identificada como el templo de los Lares
Públicos, es decir, de las divinidades tutelares de la ciudad, a las cuales
había sido dedicado después del terremoto que había aterrorizado a los
pompeyanos.
Templo
de Vespasiano
Inmediatamente después del templo de los Lares se encontraba
el templo de Vespasiano, con un altar de mármol esculpido que representa la
escena de un sacrificio.
Templo de Isis
Levantado a finales del siglo II a.c. y destruido casi por completo por el
terremoto del año 62 d.c., fue rápidamente reconstruido. Integrado en la parte
central de un cuadripórtico con columnas estucadas y decoradas con pinturas, el
templo se eleva sobre un alto podium según el esquema del templo itálico con una
escalinata lateral. Al lado de la cella existen dos hornacinas destinadas a dos
estatuas de Anubis y Harpócrates, el hijo de Isis, respectivamente.
En la parte trasera del templo se levantan pequeños edificios
entre los que figura la sala destinada a las reuniones isíacas o Ecclesasterion;
junto al ara se encuentra el Purgatorium con un hueco subterráneo que conservaba
agua del Nilo utilizada en las ceremonias de purificación.
Templo de Venus
El templo de Venus se encontraba al
sudoeste del foro y disfrutaba de vistas al mar. En el momento de la erupción el
edificio estaba en obras, aunque parece que la nueva construcción iba a superar
considerablemente en tamaño a la previa.
Termas
Las termas Estabianas se encuentran en el cruce de la Vía Estabiana (Via
Stabiana) y la de la Abundancia (Via dell'Abbondanza) y son las más antiguas de
la ciudad, del siglo IV a. C. Las termas muestran signos de sucesivas
restauraciones, la última de ellas tuvo lugar después del terremoto del año 62.
Estaba compuesta por una sección masculina y otra femenina. Tenía un sofisticado
sistema de calefacción: el aire caliente circulaba bajo el piso y entre las
paredes.
Tanto la sección masculina como la femenina estaba compuesta
por una sala de vestir (apodyterium), una sala con piscina de agua fría (frigidarium),
de una sala templada (tepidarium) y de una sala (calidarium), dotada de una
bañera para agua caliente y de una fuente para abluciones con agua tibia. Además
había otros ambientes, algunos anexos al gimnasio y una gran piscina para nadar
al aire libre.
En la palestra de las termas existía un reloj de sol que
tenía más de 200 años en el momento de la erupción, y conservaba una inscripción
en osco que recordaba que lo había pagado el ayuntamiento con el dinero obtenido
de las multas.
Termas del foro
Las termas del foro, si bien no son las más
grandes de la ciudad, son de mucho interés debido a la elegante decoración y el
excelente estado de conservación del calidarium y del tepidarium de la sección
masculina.
Dos corredores permiten, en el caso de las termas para
hombres, el paso al apodypterium de donde se pasa al frigidarium, en cuyo centro
se encuentra una bañera circular para los baños fríos; y al tepidarium, decorada
con fino estuco de la mitad del siglo I a. C. Allí se conserva un gran brasero
que servía para calentar el ambiente, donado por Marco Nigidio Vacula (Marcus
Nigidius Vaccula). Del tepidarium se accede directamente al ambiente para baños
cálidos, el calidarium con aire caliente que pasaba por el interior de las
paredes dobles.
Esta habitación está dotada de dos bañeras: el alveus, de
forma rectangular, para los baños calientes, y el labrum, con agua fría.
Termas centrales
Las termas centrales fueron
ampliadas después del terremoto del año 62 y para el 79 aún no estaban
completamente terminadas. Eran exclusivas para hombres, carecían de frigidarium,
pero tenían un servicio del que carecían las otras termas: el laconicum, un
ambiente para baños de vapor con aire caliente y seco. Este complejo, por la
luminosidad y amplitud de los ambientes, su gran gimnasio y la excelente calidad
del material de construcción, no tenía nada que envidiar a las termas de las
grandes ciudades, incluida Roma.
Termas suburbanas
Se encuentran situadas justo extramuros de la ciudad, cerca de la Puerta Marina.
Construidas a comienzos del siglo I d. C., estaban en proceso de restauración en
el momento de la erupción. Fueron excavadas en los años ochenta, y eran una
empresa comercial privada, situada en los bajos de un edificio que tenía en el
piso superior viviendas y locales de otro tipo.
Sus dimensiones eran muy inferiores a las de los establecimientos balnearios
públicos del centro de la ciudad y no hay el menor indicio de que tuvieran una
sección destinada a las mujeres; su principal atractivo en cualquier caso, debía
de residir en las maravillosas vistas que tenía al mar, de las cuales podían
disfrutar los clientes desde un espacioso solarium.
Lo que las ha hecho famosas son las ocho escenas de
actividades sexuales de la parte superior de la pared del vestuario (apodyterium),
de las cuales se han conservado únicamente las pinturas de una de las paredes,
pero originalmente debían de decorar otras dos, presentando tal vez veinticuatro
variedades distintas de posturas para practicar el sexo. Debajo de las escenas
encontramos otras pinturas que representan unas cajas o cestas de madera, todas
ellas debidamente numeradas (todavía pueden leerse los números I-XVI)
Estos vestuarios no disponían de nichos empotrados para
guardar la ropa, sino que aún son visibles las huellas de un estante que
recorría toda la habitación por debajo de las pinturas, y en el cual habría
habido unas cajas o cestas individuales.
Instalaciones deportivas y de ocio
Palestra Samnita
La palestra Samnita se encuentra
detrás del Teatro Grande. Está rodeada de un pórtico dórico, en el que se
encontró una copia del Doríforo de Policleto en buen estado de conservación.
Palestra Grande
La palestra Grande es un extenso edificio
rectangular, de 141 x 107 m, situado al lado del anfiteatro. Estaba dedicado a
las actividades gimnásticas y se construyó en época imperial.
En el centro hay una piscina (natatio) de 34.55 x 22.25 m,
con el fondo en pendiente (desde un metro a 2.60) a fin de ofrecer a los
nadadores la posibilidad de disfrutar de diversas profundidades de agua.
Edificios para espectáculos
Teatro
Grande
Adyacente al Foro triangular se encuentra el teatro grande,
de la primera mitad del siglo II a. C., construido a la manera del mundo griego
helenístico, aprovechando la pendiente natural de una colina y restaurado y
ampliado notablemente en la época romana. El espacio reservado a los
espectadores estaba dividido en tres órdenes de gradas de mármol. El escenario
tenía las tres puertas clásicas.
El teatro tenía un gran pórtico cuadrangular bastante bien
conservado, donde los espectadores podían entretenerse antes del espectáculo y
durante los intervalos. Luego del terremoto del año 62, este pórtico fue
transformado en cuartel de gladiadores.
Teatro Pequeño
El teatro Pequeño u odeón fue
construido a principios del período romano (80 a. C.) junto al Teatro grande.
Tenía un tejado estable, fundamental para la acústica de la construcción; la
presencia de este elemento, junto con los demás caracteres constructivos, ha
llevado a la identificación del edificio como un odeón, destinado a
representaciones musicales y mímicas y recitado de poesía.
Anfiteatro
Al final de la Vía de la Abundancia (Via
dell'Abbondanza), una calle transversal lleva a la plaza ante la que se levanta
la mole del anfiteatro, edificado alrededor del año 80 a. C. por Gayo Quinto
Valgo y Marco Porcio, duunviros quinquenales. Constituye el ejemplo más antiguo
conocido hasta ahora de anfiteatro de piedra; en Roma, por ejemplo, el primer
anfiteatro fue el de Estatilio Tauro, de 29 a. C. El anfiteatro de Pompeya, a
diferencia de las construcciones similares de época imperial, no tenía galerías
bajo del coso, que está mucho más bajo que el nivel de la plaza. La cávea se
divide en tres series de graderías, la última de las cuales se reservaba a las
mujeres. En la parte superior del anfiteatro aún son visibles los agujeros
destinados a alojar las sujeciones del velario, el toldo gigante que se extendía
para proteger a los espectadores del sol y la lluvia. El anfiteatro fue
escenario de un concierto del grupo de rock Pink Floyd en 1971.
Edificios económicos
Lupanar
De lupa que en latín significa loba que es como se conocía a
las prostitutas, el Lupanar era el más importante de los numerosos burdeles que
se encontraron en Pompeya, y el único construido con esta precisa finalidad.
Las prostitutas eran esclavas griegas u
orientales, su precio iba de dos a ocho
ases
(el vaso de vino costaba uno), pero la recaudación era del patrón o del dueño
del burdel.
El lupanar era un pequeño edificio situado en el cruce de dos calles
secundarias, estaba constituido por una planta a nivel del suelo y un primer
piso. La planta baja estaba destinada al acceso de esclavos o de las clases más
pobres; tenía un corredor y cinco habitaciones con cama, las paredes estaban
cubiertas de pinturas que expresaban distintas posiciones eróticas.
Al piso superior se accedía por una entrada independiente que daba a una
escalera y luego a un balcón. A ese balcón daban las distintas habitaciones, más
grandes y decoradas que las de la planta baja. Este piso superior era reservado
a una clientela más acomodada.
La construcción es del último período de la ciudad. Las paredes se encuentran
cubiertas de motivos eróticos desde su entrada principal, que muestra a Príapo
con dos penes sostenidos por las manos.
Residencias privadas
Casa del Fauno
La Casa del Fauno es una de las construcciones más lujosas de la ciudad. La
entrada principal da a la Vía de la Fortuna (Via della Fortuna) y ocupa toda una
manzana de la Región VI. La casa tiene sus orígenes en la edad samnítica, cuando
era amplia pero modesta. A fines del siglo II a. C. pasa a ocupar una manzana
entera y recibe una suntuosa decoración a base de estuco y mosaicos,28 que se
restauraron y conservaron sin apenas modificaciones durante los 200 años
siguientes, manteniendo un estilo que debía de parecer muy anticuado a los
habitantes del año 79.
En la parte anterior de la entrada se encuentra el saludo HAVE (forma del latín
vulgar para «ave», bienvenido). El ingreso está provisto de puerta doble y en el
vestíbulo se encuentran dos atrios, uno de ellos, el principal, contiene una
pequeña fuente con una pequeña estatua de un fauno danzante que ha dado el
nombre a la casa. (El original se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de
Nápoles).
Se supone que a principios del siglo I a.c. fue la morada de P. Sila, sobrino
del dictador Sila, quien tuvo la misión de organizar la colonia romana y de
conciliar los intereses de los colonos con los de los antiguos habitantes. En el
pavimento de una de las principales salas de recepción se encontró el mosaico
antiguo más complejo que se ha descubierto, el llamado Mosaico de Alejandro, que
representa la batalla de Issos, entre Alejandro Magno y Darío III Codomano. Está
compuesto por entre 1 500 000 y 5 000 000 de teselas.
Casa del Poeta Trágico

La Casa del Poeta Trágico debe su nombre a un mosaico que representaba a un
instructor de actores de teatro (hoy en el Museo Antropológico Nacional de
Nápoles), y su fama a una serie de frescos de temas heroicos y míticos. Entre
las ilustraciones se encuentra una acerca del sacrificio de Ifigenia. Se trata
de una casa de modestas dimensiones pero decorada con mucha elegancia,
probablemente una muestra de una clase media enriquecida durante los últimos
años de la ciudad.
A los lados de la puerta se encontraban dos mostradores (que indican que el
dueño de la casa también se dedicaba al comercio), y sobre el piso se encontraba
la inscripción Cave Canem (Cuidado con el perro) al lado de la imagen de un
perro sujeto por una cadena.
En el resto de la casa pueden encontrarse más frescos y mosaicos, entre ellos,
imágenes de Admeto y Alcestis, Venus, Ariadna, Teseo y Narciso.
Casa de Amaranto
La casa de Amaranto consiste en dos viviendas unidas, una
tradicional casa con atrio y una taberna con un amplio peristilo en la parte
trasera. En ambas se encontraron montones de ánforas especialmente en el atrio
de la casa 12 y en el jardín anexo a la taberna de la casa 11. Más de 30 de las
ánforas encontradas eran de origen cretense. Estaban toda boca arriba y se ha
propuesto que todas eran origen de un solo cargamento anterior a la erupción.
Las del jardín fueron en su mayor parte almacenadas boca abajo, e incluyan tanto
tipos campanos, como egeos y cretenses. La propia taberna estaba en proceso de
reparación en el 79 d. C. por lo que no podía encontrarse sirviendo comidas y
bebidas de forma habitual. Además en Amaranto no se cultivaban vides. Parece que
los propietarios solo regentaban un negocio de importación y exportación.
En los últimos años de vida de la ciudad ambas casas habían sido unidas y se
encontraban en un estado deplorable. El mostrador de la taberna estaba en
ruinas, el jardín abandonado... al parecer el conjunto de las dos casas era
entonces utilizado solo como almacén de tinajas de vino (amphorae). El esqueleto
de la mula que había sido utilizada para transportarlas fue encontrado entre las
ruinas, junto al perro (guardián) a sus pies. Dos de las ánforas llevaban el
nombre “Sexto Pompeyo Amaranto” o simplemente “Sexto Pompeyo”. El nombre de
Amaranto aparece también en un par de grafitos más hallados en otros lugares de
la vecindad, así como en un anuncio en la propia pared de la vivienda situada en
la Vía de la Abundancia (via dell’Abbondanza), donde un tal “Amaranto Pompeyano”
invita a sus conciudadanos a votar a su candidato preferido.
Villa de los Misterios

La villa de los Misterios es uno de los edificios suburbanos de Pompeya, situado
a unos doscientos metros de la Puerta de Herculano, fuera de los límites de la
ciudad. Se trata de una construcción que presenta una disposición armoniosa y
singular de sus ambientes y una superlativa colección pictórica. Fue construida
en la primera mitad del siglo II a. C. y fue muchas veces remodelada y ampliada.
Se presenta como una construcción de cuatro lados circundada por una terraza
panorámica. Después del terremoto del año 62 la Villa cambió de propietarios y
de usos: de vivienda señorial pasó a establecimiento agrícola.
Los usos finales de esta Casa constituyen el ejemplo de una vivienda de gran
lujo unida a una explotación agrícola ganadera. Integrada al paisaje mediante
grandes pórticos y galerías que dan a jardines colgantes, la Villa de los
Misterios se muestra muy distinta de las casas encontradas en la ciudad.
Si bien casi todas sus paredes se encuentran decoradas con pinturas, destacan
una serie de grandes frescos que se supone que representaban la iniciación de
las esposas a los Misterios Dionisíacos. En la llamada Sala de la Gran Pintura,
se desarrollan una serie de frescos que datan del siglo I a. C., que
representarían los momentos sucesivos de un ritual que Roma intentó limitar sin
mucho éxito.
Las imágenes son muy elocuentes: un niño leyendo el ritual bajo la supervisión
de una matrona, una joven que lleva una bandeja con ofrendas, un grupo de
señoras en una celebración sacramental, un sileno que toca una lira mientras una
jovencita ofrece su seno a una cabra, otro viejo sileno ofrece una bebida a un
pequeño sátiro mientras otro más joven le alcanza una máscara teatral, entre
muchas otras. También se representan las bodas de Dioniso y Ariadna.
Casa de la Columna Etrusca
La casa de la Columna Etrusca es un edificio
pequeño y modesto situado en la Región VI. Debe su nombre a una columna de
facción típicamente etrusca que se halla empotrada entre dos salas de la casa, y
que data del siglo VI a. C. La columna formó parte de un santuario al aire
libre, ya que debajo alrededor de ella se ha encontrado cerámica griega
(correspondiente a ofrendas) y restos de un bosquecillo de hayas, como
corresponde a los santuarios de esa época. En el siglo III a. C., debido al
crecimiento de la ciudad, la casa se edificó alrededor de la columna, que sin
embargo se conservó y se dejó visible, probablemente por respeto a su antiguo
significado religioso.
Otras casas
Otras casas significativas de Pompeya son la Casa del Cirujano y la Casa de los
Vettii.
Construcciones defensivas
Puerta Marina
Se trata de la puerta principal a las excavaciones, así denominada porque daba
al mar. En la antigüedad se conocía como Puerta de Neptuno o del Foro. Está
formada por dos aberturas cubiertas por una bóveda de piedra. Una de ellas era
para los peatones, la otra, algo más ancha, permitía el paso de carros y
cabalgaduras. No era, originalmente, una entrada importante debido al fuerte
declive de la calle que al principio la hacía inaccesible para el tránsito de
carruajes.
Antiquarium
El Anticuario es el espacio museístico de las ruinas de Pompeya.
Fue construido en 1861 y destruido en 1943 debido a un intenso bombardeo durante
la Segunda Guerra Mundial. Fue reconstruido en 1948 de acuerdo a modernos
criterios museológicos, a fin de ofrecer un cuadro completo de la historia de la
ciudad.
Tiene cuatro salas: la primera contiene testimonios de la Pompeya presamnita,
especialmente material de la necrópolis de la Edad del Hierro (siglos XI a VII
a. C.) del Valle del Sarno. La segunda conserva material de los siglos III y II
a. C., especialmente terracota, cerámicas etruscas y esculturas de tufo. La
tercera y cuarta salas contienen elementos del período romano de Pompeya,
incluidos los moldes de yeso de personas y animales sorprendidos por la
erupción, así como elementos domésticos y representativos de la vida cotidiana y
comercial de la ciudad.