Diccionario Ilustrado
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Prólogo - Epílogo - Introducción - Prefacio
    Epílogo    

Epílogo deriva de las palabras, epi, que significa sobre, y logos, que significa discurso. Por tanto, el epílogo es lo que hay sobre o después del discurso, es una conclusión.

Parte última de una obra literaria, de cine o de teatro en la que se resume o resuelve la acción.

Se entiende como epílogo a un texto que generalmente se coloca al final de un libro o texto. Este tiene la función de explicar algunas ideas que pudieran no quedar claras, o tomar una función equivalente al posdata de la carta.

Este es un texto de libre, y como regla solo tiene el de encontrarse al final del texto principal con una clara distinción o separación que lo des enmarque del principal u original aunque se trate del mismo tema.

Como Ejemplo:

El último capítulo de la obra puede tener el título: "Epílogo de la Obra Redentora".

Epílogo indica la parte final de un discurso o de un ensayo en el que se hace un resumen breve final de las ideas expuestas, se sintetizan los argumentos y las conclusiones fundamentales o puntos principales, o en el que se presenta el desenlace de la historia, por ejemplo, en una obra de ficción, como en novelas, series de televisión, videojuegos o películas.

El epílogo de un libro o de una obra literaria, determina los últimos acontecimientos de la historia relatada. En él estarán presentes todos los hechos que terminan la intriga. Es la parte del texto que describe el destino de los personajes que componen la trama. En el epílogo también pueden ser revelados hechos que complementan el sentido de la acción.

En una obra de teatro, el epílogo es la última escena, la última conversación o el último acto que cierra la acción.

El epílogo es lo contrario del prólogo, que se define como la parte que antecede a una historia. En el prólogo se cuentan todos los acontecimientos que se producen antes de la narración principal. Por lo tanto, el prólogo es la parte inicial del acontecimiento.

En la antigüedad, se empleaba el epílogo para producir el efecto que se espera en los teatros de la actualidad, de los sainetes, que se representan después de una tragedia o drama, como para calmar las impresiones violentas que la pieza ha excitado. Era una especie de descanso que se ofrecía a la actividad de la imaginación y del sentimiento.