Diccionario Ilustrado
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Circuncisión
     CIRCUNCISIÓN, Rito religioso en el que se corta el prepucio que cubre el glande del miembro viril.
La circuncisión se conocía entre los egipcios antes del tiempo de Abraham. La practicaban también los edomitas y moabitas (Jeremías 9:25 siguiente). Entre estas naciones paganas la circuncisión era un rito de pubertad o consagración al matrimonio, que se efectuaba al llegar a la edad necesaria (Génesis 17:25). Los filisteos, asirios, elamitas, sidonios y los habitantes pre-israelitas de Canaán, no la conocían (1 Samuel 14:6; Ezequiel 32:17 al 30).

En El Antiguo Testamento

     Dios escogió la circuncisión como señal de su PACTO con ABRAHAM y su descendencia (Génesis 17:10, 11). Algunas de las implicaciones derivadas de este pacto son:

   1. La justificación por la fe sola (Génesis 15:6, 18). Pablo habló de la circuncisión sobre todo como señal y sello de la justicia por la fe (Romanos 4:11).

   2. La regeneración o el nuevo nacimiento, es decir, una vida nueva (Génesis 17:7; Marcos 12:26, 27; Romanos 4:19). Moisés y Jeremías hablaron de la circuncisión del corazón (Levítico 26:41; Deuteronomio 10:16; 30:6; Jeremías 4:4; 9:25, 26).

   3. La capacidad de engendrar una descendencia santa. La circuncisión se relaciona en su contexto bíblico original con el proceso de propagación (Génesis 17:7; compárese 15:2 al 5). En el Antiguo Testamento el acto sexual no se considera pecaminoso (Génesis 1:28; 2:4), pero su fruto, la naturaleza humana, sí (Salmo 51:5). Mediante la gracia representada por la circuncisión se renueva la capacidad de engendrar una descendencia santa (Génesis 1:28; 17:2, 4 al 6; 1 Corintios 7:14).

     La circuncisión en el Antiguo Testamento no era un rito de pubertad, como en las naciones paganas. Se circuncidaban a los bebés de ocho días (Génesis 17:12), por su necesidad de los beneficios del pacto y su participación en ellos (Levítico 12:3; Salmos 51:5; Romanos 5:12, 18; 1 Juan 2:12).
4. La circuncisión implicaba obediencia a Dios (Romanos 2:25 al 29; 1 Corintios 7:17 al 19), no solo para los creyentes adultos (Génesis 17:1), sino también para los hijos (Génesis 17:9; 18:19; Salmos 103:17, 18; Efesios 6:4; Colosenses 3:20;Tito 1:16). Era señal de una relación especial, íntima y santa con Dios (Génesis 17:1) y de plena comunión con el pueblo (Génesis 17:14). Confería derechos y obligaciones de la misma manera que lo hacía la identificación de cada familia con su patriarca (Génesis 17:7, 8, 12, 13, 23; compárese Romanos 5:12 al 20y el bautismo en Hechos 2:39; 16:15, 31, 33; 18:8). Como señal del pacto era el requisito para participar dignamente de la Pascua (Éxodo 12:48) y de los sacrificios (Ezequiel 44:7).

     La práctica común en Israel era muy contraria a la alta enseñanza divina sobre la circuncisión. Casi desde el principio (Génesis 34; compárese 21:4), Israel convirtió lo espiritual en algo carnal e hipócrita. En vez de tener la circuncisión por señal de bendición universal, la cambió en una distinción nacionalista que redundó en maldición (Génesis 12:2; 17:6, 12; compárese capítulo 34).

     A través del Antiguo Testamento, Dios hace hincapié en la gran importancia de recordar la señal de su pacto (Génesis 17:14) y en el peligro de despreciarla y postergarla (Éxodo 4:24 al 26; Josué 5:2 al 9). Sin embargo, advierte que la señal exterior sin la realidad de la fe y la regeneración interior es vacía y nos condena (Jeremías 9:25, 26; Romanos 2:25 al 29; 4:9 al 12).

En El Nuevo Testamento

     La circuncisión se practicó, como correspondía a la cultura judía de la época, en los casos de Juan el Bautista y Jesús (Lucas 1:59; 2:21). La imposición del nombre acompañaba a la circuncisión.

     Sin embargo, para mediados del siglo I la circuncisión perdió mucho de su sentido confesional de la época del regreso. Pablo polemizó fuertemente con los que querían circuncidar a los gentiles convertidos a Cristo (Gálatas 5:2 al 12; 6:12 al 16; Filipenses 3:2, 3). Su opinión la adoptó el concilio apostólico (Hechos 15:1 al 21). La circuncisión nunca llegó a ser ordenanza de la Iglesia (1 Corintios 7:18, 19; Hechos 16:3; Romanos 4:9 al 12; compárese Gálatas 2:3).
La señal del pacto llegó a ser el BAUTISMO. Este cumplía el verdadero sentido de la circuncisión: el despojamiento de la vieja naturaleza y la experiencia de la regeneración (Colosenses 2:11, 12). Así que los cristianos forman la verdadera circuncisión (Filipenses 3:3).

En Sentido Figurado

     La Biblia se refiere con frecuencia a la "circuncisión del corazón" (Deuteronomio 10:16; Jeremías 4:4 ; Romanos 2:29). El Antiguo Testamento menciona árboles frutales incircuncisos (Levítico 19:23), y labios (Éxodo 6:12, 30) y oídos (Jeremías 6:10) incircuncisos. Pablo habla de la "incircuncisión de vuestra carne" (Colosenses 2:13).