Vulpini
Los vulpinos (Vulpini) son una tribu de mamíferos carnívoros incluidos en
la familia de los cánidos. Se conocen comúnmente como zorros, zorras, raposos o
raposas.
Actualmente están representados por unas 27 especies que se encuentran en casi
todos los continentes, aunque la más extendida es el zorro rojo o zorro común (Vulpes
vulpes), que habita en Europa y América del Norte.
Otras especies importantes son el zorro polar, también conocido como zorro
ártico, el zorro gris y el zorro isleño.
Características generales
La mayoría de los zorros viven entre 5 a 7 años en libertad, aunque pueden
llegar a alcanzar los 12, o incluso sobrepasar esa edad en cautiverio. Son
generalmente más pequeños que otros miembros de la familia Canidae, tales como;
lobos, chacales y perros domésticos. Sus rasgos típicos incluyen un fino hocico
y una espesa cola. Otras características físicas varían según su hábitat. Por
ejemplo, el zorro del desierto tiene largas orejas y pelaje corto, mientras que
el zorro ártico tiene pequeñas orejas y un denso pelaje.
A diferencia de muchos cánidos, los zorros no son usualmente animales de manada.
Son solitarios cazando su presa (especialmente roedores). Empleando una técnica
de salto practicada desde una edad muy temprana, son capaces de matar a su presa
raudamente. Su dieta alimenticia incluye desde saltamontes a fruta y bayas.
Presentan el fenotipo de glándula mamaria súper desarrollada.
Conservación
En algunos países los zorros son una seria plaga. En Australia, por ejemplo, los
zorros rojos (Vulpes vulpes), que fueron introducidos por el hombre en el siglo
XIX, son probablemente el animal invasivo más dañino, siendo responsables de más
extinciones que incluso los gatos y conejos. Paradójicamente, algunas variedades
de zorros en otras partes del mundo han sido declaradas especies en peligro.
Los zorros pueden ser muy útiles para propósitos agrícolas. Han sido empleados
para controlar plagas en granjas frutícolas, dejando la fruta intacta.
Domesticación
Los zorros son normalmente muy precavidos hacia los humanos y no se emplean como
mascotas. Sin embargo, en un programa de reproducción selectiva realizado
durante varias décadas en Rusia, un grupo de científicos rusos liderado por los
hermanos Nikolai y Dmitri Belyaev, luego dirigido por Lyudmila Trut, tras
algunas décadas de selección artificial logró producir ejemplares de gran
afabilidad hacia las personas, capaces de menear la cola, responder a las
caricias, expresar su cariño gimiendo o lamiendo a sus amos, así como seguirlos
y responder a sus llamadas. A partir de la novena generación, además de los
cambios conductuales, se registraron cambios morfológicos como orejas péndulas
hasta los tres meses de vida, pelaje moteado y colas enroscadas.