
Pulga, Datos Científicos
Siphonaptera
Los
sifonápteros (Siphonaptera, griego σιφων siphon, "canal, tubo" y
απτερα aptera, "sin alas"), son un orden de pequeños insectos neópteros sin
alas, conocidos popularmente como pulgas. Las pulgas son parásitos externos que
viven de la sangre de los mamíferos y suelen poder ejecutar saltos largos en
proporción a su tamaño, pudiendo así alcanzar fácilmente a nuevos huéspedes,
gracias a que en sus articulaciones producen resortes de la proteína más
elástica conocida, la resilina, igual que otros insectos como las langostas. Tan
popular era su salto que existía el mito de que podían saltar hasta 200 veces su
longitud, pero sólo pueden alcanzar hasta 38 veces.
Se conocen unas 1900 especies, varias de las cuales pueden transmitir
enfermedades diversas, como el tifus, la peste negra o bubónica, o las tenias
(como Dipylidium caninum).
Características
Las pulgas son insectos pequeños (de 1,5 a 3,3 mm de largo) sin alas, muy
ágiles, de color generalmente oscuro (por ejemplo, la pulga de los gatos es de
color rojizo-parduzco), que cuentan con un mecanismo bucal de tubos
especialmente adaptado para poder alimentarse de la sangre de sus huéspedes.
Tienen el cuerpo comprimido lateralmente, lo que les permite desplazarse con
facilidad entre los pelos o plumas del huésped. Tienen las patas largas y las
traseras están adaptadas para el salto, que puede ser de hasta 18 cm en
dirección vertical y 33 cm en dirección horizontal.
Esto representa una
distancia de hasta 200 veces su propia longitud, lo que convierte a las pulgas
en el mejor saltador entre los animales en relación con su tamaño corporal. El
cuerpo de la pulga es duro, pulido, y está cubierto con muchos pelos y espinas
cortas dirigidas hacia atrás. Esta característica les asegura un tránsito fluido
entre los cabellos del huésped. La dureza de su cuerpo les permite soportar
grandes presiones (probablemente como resultado de una adaptación para
sobrevivir el rascado, etc.), incluso la ejercida por los dedos humanos.
Ciclo vital

Las pulgas son insectos holometábolos, es decir, tienen metamorfosis completa y
pasan por un completo ciclo vital consistente en huevo, larva, pupa y adulto. El
periodo en que se completa el ciclo de huevo a adulto varía de dos semanas a
ocho meses dependiendo de la temperatura, humedad, alimento y especie.
Normalmente, tras alimentarse de sangre, la hembra deposita entre 15 y 20 huevos
por día hasta 600 en toda su vida, usualmente sobre el hospedador (perros,
gatos, ratas, conejos, ratones, ardillas, ardillas listadas, mapaches,
zarigüeyas, zorros, pollos, humanos, etc.).
Los huevos depositados sueltos en el
pelaje caen en su mayor parte por todos sitios, especialmente donde el
hospedador descansa, duerme o nidifica (alfombrillas, alfombras, muebles
tapizados, cajas del perros y gatos, perreras, cajas de arena, etc.)
Los huevos eclosionan entre dos y catorce días después de la puesta. De ellos
salen larvas vermiformes de vida libre. Las larvas se refugian en las grietas y
hendiduras del suelo, a lo largo de los rodapiés, bajo los bordes de las
alfombrillas, en muebles o camas, dentro de las edificaciones.
Si el desarrollo
es a la intemperie tiene lugar en suelos de arena o grava (cajas de arena
húmedas, bajos de las casas sucias, bajo los arbustos, etc.) donde el hospedador
puede descansar o dormir. La arena y grava son muy adecuadas para el desarrollo
larvario, que es la razón por la que las pulgas son llamadas erróneamente
"pulgas de arena".

Las larvas son ciegas, evitan la luz, pasan por tres mudas larvarias y tardan de
una semana a varios meses en desarrollarse. Su alimento consiste en sangre
digerida de las heces de pulgas adultas, piel muerta, pelo, plumas y otros
restos orgánicos (las larvas no chupan sangre.) Las pupas maduran al estado de
adultos dentro de un capullo de seda tejido por la larva, al que se adhieren
pelo de las mascotas, fibras de las alfombras, polvo, trozos de hierba y otros
restos. En alrededor de cinco a catorce días emergen las pulgas adultas o pueden
permanecer en reposo en el capullo hasta detectar vibración (movimiento de
personas o mascotas), presión (el animal hospedador apoyado sobre ellas), calor,
humedad o dióxido de carbono (significando que una potencial fuente de sangre
está cerca). La mayoría de las pulgas pasa el invierno en el estado de larva o
pupa con mejor supervivencia y crecimiento durante inviernos cálidos y húmedos y
la primavera.
Las diferentes especies de pulgas tienen preferencia por los huéspedes, pero no
especificidad.
Tratamiento
La tierra de diatomeas es uno de los tratamientos no industriales más efectivos
contra la infestación de pulgas en los hogares.
Las pulgas como vectores de enfermedades
En la mayor parte de los casos las pulgas son sólo una molestia para sus
huéspedes, pero algunas personas y animales sufren una reacción alérgica a la
saliva de la pulga, produciéndose erupciones. Las picaduras de pulga
generalmente tienen como resultado la formación de unas zonas inflamadas y
ligeramente elevadas que producen picor y que tienen un solo punto de picadura
en el centro.
Sin embargo, las pulgas pueden transmitir enfermedades como el tifus y la
devastadora peste bubónica, transmitida entre roedores y humanos por la pulga de
la rata de alcantarilla (Nosopsyllus fasciatus) y la pulga de la rata negra (Xenopsylla
cheopis).
La pulga común (Pulex irritans), la del perro (Ctenocephalides canis) y la del
gato (Ctenocephalides felis) pueden ser huéspedes intermediarios de cestodos
(tenias o solitarias) como Dipylidium caninum o Hymenolepis diminuta los cuales
pueden parasitar al hombre.