
Piojo cuero cabelludo humano, Datos Científicos
Pediculosis
La pediculosis es una ectoparasitosis (parasitosis externa) contagiosa producida
por la infestación por piojos (orden Phthiraptera). La condición puede ocurrir
en casi cualquier especie de animales de sangre caliente (mamíferos y aves), en
particular el término suele hacer referencia a la infestación por Pediculus
humanus capitis, que se localiza fundamentalmente en el cuero cabelludo humano.
Otras pediculosis humanas son la corpórea (infestación por Pediculus humanus
humanus = Pediculus humanus corporis) y la púbica (infestación por ladillas,
Pthirus pubis).
Ciclo de vida
Los piojos son insectos hemimetábolos. Esto quiere decir que su desarrollo
consta de 3 fases: huevo (en piojos llamado liendre), ninfa y adulto.
Lendre:
Las liendres son los huevos de los piojos. La hembra las deposita en el pelo
cerca de la raíz, donde permanecen firmemente cementadas. Las liendres necesitan
el calor y el ambiente de la cabeza a una distancia determinada de la raíz para
sobrevivir. Son visibles a simple vista durante la inspección de la cabeza, y
pueden confundirse con caspa u otros compuestos de los que se diferencian porque
no se desprenden fácilmente del pelo. Tienen una forma ovalada y su color es de
amarillento a blanco. Tardan entre seis y ocho1 días en eclosionar, pero la
cáscara externa o corion ("la liendre vacía") se mantiene adherida al pelo hasta
que se la quita mecánicamente.
Ninfa: el animal emerge de la liendre
en forma de un pequeño piojo llamado ninfa. Tiene el aspecto muy parecido al de
un piojo adulto, se alimenta, pero es más pequeña, y no están todavía maduros
sus órganos reproductivos. Las ninfas tardan unos 7 o 101 días en mudar al
estadio adulto. La ninfa del piojo se alimenta de la misma forma que el adulto.
Adulto: El piojo adulto mide 1 o 2 a 4 mm, y ya puede reproducirse. Como
todos los insectos tiene 6 patas. Las hembras son las que oviponen y cementan
las liendres al pelo y, por lo general, son más grandes que los machos. Los
piojos se alimentan de sangre hasta cinco1 veces por día, aguijoneando la piel
del hospedador con sus piezas bucales pequeñas y punzantes. Mientras se
alimentan excretan una saliva anticoagulante y vasodilatadora que irrita la piel
y causa picazón.
El adulto puede vivir unos 30 días, en ese lapso cada hembra adulta puede poner
unos 50 o 100 huevos a razón de alrededor de 6 por día. Los piojos emigran con
el hacinamiento, por lo que una cabeza quizás tiene alrededor de una docena de
piojos, pero cientos de liendres en incubación.
Si el piojo cae fuera de la persona o emigra y no puede treparse a otra,
vivirá hasta 2 días o quizás 4 sin alimentarse, luego de lo cual morirá de
hambre. Los piojos del cuero cabelludo humano no sobreviven tampoco en otros
animales como perros o gatos. Se mueven rápidamente desplazándose hasta 23
cm por minuto.
En el abdomen presentan seis orificios llamados espiráculos, que
comunican el sistema de tráqueas respiratorias con el ambiente exterior.
Dichas aberturas pueden cerrarse voluntariamente lo que les permite flotar
en el agua y sobrevivir hasta 36 horas, aún en agua clorada y también
protegen al parásito de la acción de ciertas sustancias tóxicas.
Las hembras cementan las liendres al pelo con más facilidad en cabello
limpio y lavado.
Formas de contagio
Los piojos no vuelan y no pueden saltar. La forma de contagio común es el
contacto directo, o por compartir ropa y otros objetos contaminados. Los
piojos viven unas pocas horas a dos días o cuatro fuera de un hospedador,
dependiendo de las condiciones ambientales, luego de lo cual mueren de
hambre. El contacto por objetos infestados puede ser:
Al ponerse ropa infestada (usada recientemente por personas con piojos) como
sombreros, bufandas, abrigos, uniformes deportivos, cintas del cabello, etc.
Al utilizar peines, cepillos para el pelo o toallas infestados.
Al utilizar una cama, colchón, ropa, almohada, alfombra o un peluche que
haya estado recientemente en contacto con una persona infestada.
Areneros, piletas de natación.
Las liendres no se contagian, ya que si una liendre se despega del pelo ya
no tiene forma de treparse a otra cabeza, y las liendres tienen que estar a
una distancia determinada del cuero cabelludo para obtener el calor y la
humedad de éste para madurar, por lo que al quitarlas ya no sobrevivirán.
Por lo tanto, para contagiarse mediante las formas arriba indicadas, es
necesario que éstas (gorros, peines...) tengan piojos (ninfas o adultos),
porque si sólo tienen liendres no será posible el contagio.
Cuadro clínico y diagnóstico
Los síntomas característicos:
Prurito (picazón) en el cuero cabelludo. Las picaduras son muy pequeñas y en
general no pueden ser vistas en una inspección del cuero cabelludo a ojo
desnudo.
Eccemas (lesiones en el cuero cabelludo) ocasionadas por rascarse. Estas
lesiones pueden infectarse aumentando la irritación.
No hay ninguna transmisión demostrada de enfermedades mediante los piojos
del cuero cabelludo humano al menos en Europa. Puede haber complicaciones
como sobreinfecciones bacterianas o pediculide (una reacción papular
secundaria en cuello y espalda).
Piojos y liendres son visibles en una inspección a simple vista del cuero
cabelludo. Los piojos se alojan preferentemente en las zonas detrás de las
orejas y sobre la nuca. Las liendres son más comunes en esas zonas, visibles
en una inspección ocular del cabello cerca de las raíces. Los piojos pueden
aferrarse al pelo con sus patas con extremos en garras, rara vez se
encuentran en otras partes del cuerpo o en la ropa.
Para hacer el diagnóstico, deben encontrarse piojos vivos en fase de
ninfa o adulto, no basta con encontrar liendres, de las que puede haber
quedado sólo el corion vacío o el embrión en su interior podría estar
muerto. La forma más efectiva de revisar una cabeza es pasar un peine fino
por todo el pelo desde el nacimiento hasta las puntas, y los dientes del
peine fino deben ser revisados en búsqueda de piojos vivos luego de cada
pasada.
Epidemiología y prevención
Debido a su rápido desarrollo los tamaños poblacionales aumentan a gran
velocidad si no se toman las medidas adecuadas, lo que provoca epidemias y
hace que sean considerados un insecto plaga. Es más común en niños de edad
escolar, condición presumiblemente asociada a la aglomeración en las
escuelas.
Ante la sospecha de infestación de piojos de alguien cercano, evitar el
contacto directo con el pelo expuesto (utilizar gorro o cofia), lavar la
ropa de cama, toallas y ropa personal en agua a 60º o planchar.
Evitar compartir prendas de ropa (como sombreros, gorros o gorras) con
compañeros de trabajo o clase.
Se ha recomendado utilizar bálsamos o lociones de Quassia amarau
otros que dificulten la fijación de la liendre al pelo por la hembra en
oviposición.
En el caso de llevar cabello largo es preventivo mantenerlo recogido.
Tratamientos clásicos
Los peines finos, peines con un espacio muy pequeño entre dientes diseñados
para que las liendres queden atrapadas en ellos (también llamados lendreras)
que se venden en farmacias, utilizados metódicamente pueden ser eficaces
durante el tratamiento, especialmente en el momento en que la cabeza está
mojada y con aplicación de crema de enjuague (acondicionador de cabello),
momento en que piojos y peines se deslizan con facilidad y el tratamiento
daña menos el pelo. El lado fino de un peine común durante la aplicación de
crema de enjuague puede funcionar para deslizar piojos (ninfas y adultos).

Hay peines finos eléctricos para asegurar la muerte de piojos y liendres.
El uso de querosén y otros solventes no está recomendado debido a su
toxicidad. El alcohol que se compra en la farmacia (etanol) es tóxico para
los piojos y demás artrópodos y no es tóxico en humanos en una aplicación
tópica. Una mezcla de alcohol con crema de enjuague (acondicionador de
cabello) provoca que los piojos resbalen con más facilidad. Una combinación
de algún insecticida, crema de enjuague y peine fino puede ser muy efectiva.
Un tratamiento común es con vinagre templado (no más de 50ºC) sobre el pelo
seco y un sistema oclusivo (una bolsa o gorro de plástico) y una toalla para
guardar el calor envolviendo la cabeza durante unos 30 minutos, combinado
con el uso de lendreras.
El aire caliente del secador de cabello parece efectivo contra los piojos.
Un antiguo tratamiento es el rapado de la cabeza.
Tratamientos con shampúes especiales
Los insecticidas usados para el tratamiento de los piojos incluyen
organoclorados como el lindano, organofosfatos como el malatión, carbamatos
como el carbaril, piretrinas como el piretro, y piretroides como la
permetrina.
Nuevos tratamientos
Una de las formas más efectivas, rápidas y eficaces de acabar con este
parásito es mediante la deshidratación, aunque este tipo de tratamientos
(que se realizan con un dispositivo especial) solo pueden ser efectuados por
operadores debidamente certificados y en centros especializados. Aprobado
por la FDA y con el sello del Consejo de Europa.
La FDA sólo tiene aprobados para el tratamiento de la pediculosis el lindano
y malatión.
En algunos países está prohibido el uso del lindano por considerarlo tóxico
y se ha prohibido su fabricación y comercialización (Chile).
Estudios clínicos y de laboratorio aseguran que muchos de los pediculicidas
del mercado no son completamente efectivos aún cuando se usen de acuerdo a
sus instrucciones.
La ivermectina se toma por vía oral y ha probado que reduce la infestación
de piojos. La Ivermectina no está aprobada por la FDA para el tratamiento de
la pediculosis, aunque sí está aprobada para el tratamiento de la
oncocercosis y la estrongiloidiasis.
Los pediculicidas pueden perder su eficacia rápidamente por el desarrollo de
resistencias. Se ha reportado resistencia de los piojos a productos como el
lindano, malatión, fenotrina y permetrina. El uso sistemático de
insecticidas es contraproducente si no existe infestación ni riesgo real de
contagio, pues colabora a crear nuevas resistencias.
El uso de productos de Quassia u otros naturales para prevenir la
pediculosis ha demostrado su eficacia en gran parte de la población por
acción sobre el cuero cabelludo que cambia el ambiente adecuado para la
fijación y desarrollo del piojo.
Productos nuevos han mezclado la eficacia de un parasiticidas químicos (permetrina,
deltametrina) con sustancias que dificultan la fijación del parásito como
son derivados de silicona o simeticona.