León
Mamífero carnívoro, félido, común en las tierras secas bíblicas, que se menciona
por lo menos ciento treinta veces en la Biblia. Con diferentes motivos, se
destacan sus cachorros y las hembras (Nahum 2:11), su rugido (Apocalipsis 10:3),
sus dientes (Joel 1:6) y sus garras (Salmos 10:10). No mata por gusto, como el
lobo, sino solo cuando tiene hambre.
El poder, la rapidez y la ferocidad del león eran comparados con los de los
enemigos de Israel. A través de las Escrituras el león era usado como símbolo de
poder. Jacob comparó a su hijo Judá con un león (Génesis 49:9)
Tanto Sansón como David, y los valientes de este último, se distinguen por haber
matado leones (Jueces 14:6; 1 Samuel 17:36; 2 Samuel 23:20). Los leones aparecen
también en acontecimientos milagrosos; por ejemplo, el león que mató al profeta
desobediente según 1 Reyes 13 y los del foso donde arrojaron a Daniel (Daniel
6:16).
En sentido figurado, todas las características salvajes del león sirven para
referirse a los malos. Daniel describe a Babilonia como un león alado, símbolo
religioso usado en el mundo pagano de la antigüedad, mientras que Pedro advirtió
a sus contemporáneos que el diablo acecha como un león rugiente (1 Pedro 5:8),
así como los enemigos (Salmos 22:21), el rey (Proverbios 19:12) y el príncipe.
Por otra parte, el justo también se retrata como león (Proverbios 28:1). En la
escatología el cuadro más dramático presenta al león amansado y comiendo paja
(Isaías 11:6 siguientes). La figura del león también forma parte de la
literatura apocalíptica (Ezequiel 10:14) y aun al Cristo victorioso se le llama
el León de la tribu de Judá (Apocalipsis 5:5; compárese Génesis 49:9).
Leona
El lamento de Ezequiel sobre los príncipes de Israel hace referencia a la leona
como madre de ellos (Ezequiel 19:2), cuyos cachorros se dispersan (Job 4:11). La
profecía de Joel (Joel 1:6) habla de las muelas de la leona como una
característica de la nación invasora.