Canis lupus
El lobo (Canis lupus) es una especie de mamífero placentario del orden de
los carnívoros. El perro doméstico (Canis lupus familiaris) se considera
miembro de la misma especie según distintos indicios, la secuencia del ADN y
otros estudios genéticos. Los lobos fueron antaño abundantes y se distribuían
por Norteamérica, Eurasia y el Oriente Medio. Actualmente, por una serie de
razones relacionadas con el hombre, incluyendo el muy extendido hábito de la
caza, los lobos habitan únicamente en una muy limitada porción del que antes fue
su territorio.
Aunque está clasificada como una especie poco amenazada para su extinción, en
algunas regiones, incluyendo la parte continental de los Estados Unidos de
América, la especie está listada como en peligro o amenazada. Los lobos son
cazados en muchas áreas del mundo por la amenaza que representan para el ganado,
así como por deporte.
El lobo, que es un depredador, se halla en una gran cantidad de ecosistemas.
Este amplio territorio de hábitat donde los lobos medran refleja su
adaptabilidad como especie, ya que puede vivir en bosques, montañas, tundras,
taigas y praderas.
Etimología
El término "lobo" deriva del latín lupus, con el mismo significado. En zoología
se usa también para definir una especie de pez teleósteo de doce centímetros de
largo, un pez selacio de dos metros de longitud, para la foca, si se añade el
adjetivo "marino", y para el lince, si se añade el adjetivo "cerval". También
designa una máquina usada en hilandería para el trabajo del algodón y como
sinónimo de embriaguez (en desuso). En Perú se usa como sinónimo de astuto.
Se habla de un "lobo de mar" para referirse a un marinero experimentado mientras
que, cuando se dice que un grupo de personas son "lobos de una camada", lo que
significa en realidad es que comparten intereses comunes que les llevan a
mantener una relación cordial.4 Por otra parte, el término "loba" solía usarse
para calificar a las rameras. De hecho, según Tito Livio, es posible que la
historia de la loba Luperca fuera usada para encubrir a una prostituta.
Anatomía
Esqueleto de lobo
El peso y tamaño del lobo puede variar considerablemente a lo largo del mundo, y
tiende a incrementarse proporcionalmente con la latitud, como predijo la regla
de Bergmann. En términos generales la altura varía entre los 60 y los 90
centímetros hasta el hombro, y tienen un peso de entre 32 y 70 kilos. Aunque
raramente encontrados, especímenes de más de 77 kg han sido hallados en Alaska y
Canadá; el lobo salvaje más pesado, cazado en Alaska en 1939, pesaba 80 kg. Hay
algunos casos sin confirmar de lobos cazados en el nordeste de Rusia que
alcanzaban los 100 kg. Los lobos más pequeños son las sub-especies de lobos
árabes, las hembras de éstas pueden pesar unos 10 kg en la madurez. Las hembras
en una población dada pesan alrededor de un 20 % menos que los machos. Los lobos
pueden medir entre 1,3 a 2 metros desde el hocico hasta la punta de la cola,
siendo ésta aproximadamente un cuarto de la longitud total del cuerpo.
Los lobos poseen rasgos ideales para viajes de larga distancia. Su estrecho
pecho y su potente espalda y piernas facilitan una locomoción eficiente. Son
capaces de cubrir varios kilómetros trotando a una velocidad de 10 km/h,
pudiendo alcanzar velocidades punta de 65 km/h en una persecución. Mientras
corren a gran velocidad pueden cubrir cinco metros por salto. Las patas de los
lobos están diseñadas para andar con facilidad por una amplia variedad de
terrenos, especialmente nieve. Tienen una pequeña membrana entre cada dedo, lo
que les permite moverse por la nieve con más facilidad que a sus presas.
Los lobos son digitígrados, y cuentan con patas traseras más largas y un quinto
dedo vestigial, solo presentes en las delanteras, siendo sus garras de
coloración oscura negra y no retráctil. Pelos erectos y garras desafiladas
realzan el agarre en superficies resbaladizas, y vasos sanguíneos especiales
evitan el enfriamiento de las almohadillas de las patas. Unas glándulas les
ayudan a moverse por grandes extensiones mientras informa a los otros acerca de
su paradero.
El mayor tamaño y longitud de las patas, ojos amarillos y mayores dientes hacen
distinguir a los lobos adultos de otros cánidos, particularmente perros. Existe
una glándula odorífica presente en la base de la cola de los lobos, la cual le
confiere a cada individuo un rastro aromático único, que les sirve para poder
identificarse entre ellos.
Dentadura
Los lobos y la mayoría de los perros grandes comparten idéntica dentadura; el
maxilar tiene seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y cuatro molares. El
maxilar inferior tiene seis incisivos, dos caninos, ocho premolares y seis
molares.
Los cuatro premolares superiores y los primeros molares inferiores constituyen
los dientes carnasiales, los cuales son herramientas esenciales para cortar
carne. Los largos dientes caninos son también importantes, ya que están
adaptados para mantener y contener a la presa. Por tanto, cualquier lesión en la
mandíbula o en los dientes puede ser devastador para un lobo, destinándolo a la
inanición o a la incapacidad.
Sentidos
Pueden cazar tanto de día como de noche gracias a su agudísimo sentido del
olfato y a su visión nictálope, para poca luz, dado que sus ojos poseen un
tapetum lucidum tras la retina. Sus largos y poderosos hocicos ayudan a
distinguirlos de los coyotes y chacales, los cuales tienen hocicos más
estrechos; y de los perros que generalmente los tienen más pequeños. Los lobos
difieren también en ciertas dimensiones craneales, teniendo un ángulo orbital
más pequeño que, por ejemplo, los perros (53º estos y 45º los lobos), así como
en una mayor capacidad cerebral, siendo la bóveda craneana un 20% más grande.
Pelaje
En ocasiones un lobo parece más pesado de lo que realmente es, debido a su
voluminoso pelaje, compuesto por dos capas. La primera capa está adaptada para
repeler el agua y la suciedad. La segunda es un denso subpelaje resistente al
agua que aísla al lobo. Éste se torna en una gran mata de pelo a finales de
primavera o comienzos de verano. Un lobo se frota normalmente contra objetos
tales como rocas y ramas para fomentar la pérdida del pelaje. El subpelaje es
usualmente gris sin tener en cuenta la apariencia del pelaje exterior. Los lobos
tienen distintos pelajes en invierno y en verano que alternan en primavera y
otoño. Las hembras tienden a conservar sus pelajes invernales más allá de la
primavera a diferencia de los machos.
La coloración varía, va del gris al gris marrón, a través del espectro canino
del blanco, rojo, marrón y negro. Estos colores tienden a mezclarse en muchas
poblaciones para formar individuos predominantemente mezclados, aunque no es
infrecuente que un individuo o una población entera sea de un mismo color,
normalmente todos negros o todos blancos. El color del pelaje a veces
corresponde con el ambiente en el que una población de lobos se desenvuelve; por
ejemplo; todos los lobos blancos son mucho más comunes en áreas nevadas. Con el
crecimiento van adquiriendo un matiz grisáceo en sus pelajes. Normalmente se
cree que la coloración del pelaje del lobo sirve como mecanismo de camuflaje.
Esto no es totalmente correcto, dado que algunos científicos han demostrado que
la mezcla de colores tiene más que ver con enfatizar gestos, tanto como la
sombra de ojos o el lápiz de labios en los humanos.
Al nacer, los cachorros tienden a tener el pelaje más oscuro y los ojos azules
que se volverán amarillos-dorados o naranjas cuando tengan entre 8 a 16 semanas.
Aunque es extremadamente inusual, es posible que un adulto retenga los ojos
azules.
Etología
La gestación de los lobos dura de 60 a 63 días. Los cachorros, con un peso de
medio kilo, nacen ciegos, sordos y completamente dependientes. Nacen entre
cuatro y seis lobeznos por camada. Los cachorros residen en la madriguera y se
quedan allí hasta que cumplen las tres semanas de edad. La madriguera está
normalmente en tierras altas cerca de una fuente de agua, y tiene una
"habitación" abierta al final de un túnel que puede medir unos pocos metros.
Durante este tiempo, los cachorros llegarán a ser más independientes, y
comenzarán finalmente a explorar el área más próxima a la madriguera, antes de
alejarse más del lugar, ya con cinco semanas.
Tras esas cinco primeras semanas de vida, los cachorros comienzan a acercarse a
la entrada de la guarida y, pasadas otras dos semanas, se atreverán a alejarse
para comenzar sus pequeñas exploraciones comenzando a buscar algo comestible.
Los lobeznos suelen recibir lecciones de vida por parte de su "niñera", que es
elegida por la hembra reproductora con el fin de continuar con su cuidado y
educación tras el destete, entre las cuatro y seis semanas de vida. Según la
especie de lobo, la manada puede optar por criar a los lobeznos o dejarle el
trabajo a la madre, lo que permite a la hembra reproductora dedicarse de nuevo a
dirigir la manada. Empiezan comiendo alimentos regurgitados y después de dos
semanas, cuando les salen sus dientes de leche, se destetarán. Durante las
primeras semanas de su desarrollo, la madre permanece con su camada sola, pero
finalmente la mayoría de los miembros de la camada contribuirán en el cuidado de
los cachorros de algún modo.
Los lobeznos son instruidos en la comunicación a través de los aullidos a una
edad temprana, tres o cuatro semanas aproximadamente, recibiendo comida y
elogios como recompensa. Cada cachorro aprende a aullar según su rango.
Tras dos meses, los inquietos cachorros, que empiezan a cambiar los tonos
negruzcos por los colores de su capa definitiva, serán movidos a un lugar seguro
donde permanecen mientras la mayoría de los adultos salen a cazar. Uno o dos
adultos se quedan para asegurar su seguridad. Después de unas pocas semanas, a
los cachorros se les permite reunirse con los adultos si éstos pueden, y
recibirán prioridad sobre cualquier presa cazada pese a su bajo rango. A los
cinco meses les sale la dentadura definitiva y empiezan a denominarse lobatos.
Los lobatos serán observadores hasta los ocho meses, cuando son suficientemente
grandes para participar.
Los lobos alcanzan su madurez sexual tras dos o tres años, cuando muchos de
ellos son obligados a dejar sus manadas de nacimiento y buscar parejas y sus
propios territorios. Los lobos que alcanzan la madurez generalmente viven de
seis a ocho años en estado salvaje, aunque en cautividad pueden vivir dos veces
esa edad. Las altas tasas de mortalidad les dan en general una baja expectativa
de vida. Los cachorros mueren cuando el alimento escasea; pueden asimismo caer
presa de predadores tal como el oso pardo o el puma, o, menos frecuentes, osos
negros, coyotes, zorros u otros lobos.
Las causas más significativas de mortalidad para lobos maduros son la caza, la
caza furtiva, accidentes de coche y heridas infligidas por presas. Aunque los
lobos adultos pueden ocasionalmente ser matados por otros predadores, los lobos
de manadas rivales son generalmente sus enemigos no-humanos más peligrosos. Un
estudio acerca de la mortalidad de los lobos indicó que del 14% al 65% de las
muertes de lobos se debieron a otros lobos. Los lobos son susceptibles a las
mismas enfermedades que afectan a perros domésticos.
Hábitos alimenticios
Los lobos se alimentan principalmente de ungulados de medio y gran tamaño,
incluyendo ovejas, cabras, rebecos, cerdos, ciervos, antílopes, renos, caballos,
alces, yaks y bisontes. Otras presas incluyen mamíferos marinos como las focas y
ballenas varadas. El canibalismo entre los lobos ha sido documentado en tiempos
de escasez de alimentos. Los lobos solitarios dependen más de animales pequeños
que pueden cazar saltando encima de ellos y sujetándolos con sus patas
delanteras, aunque se han documentado casos de individuos solitarios que han
podido llegar a cazar animales de gran tamaño. Algunas manadas de Alaska y el
oeste de Canadá han sido vistas alimentándose de salmón.
También cazan roedores, aves y otros animales pequeños. Un solo lobo suele comer
entre 3,2 a 3,5 kilos de comida de una vez, aunque pueden llegar a comer de 7 a
14 kg. en situaciones excepcionales cuando escasea el alimento. El alimento
anual requerido es de alrededor de 1,5 toneladas de carne. Pueden sobrevivir
largos períodos sin probar bocado. El caso extremo lo muestra un registro ruso
que afirma que un ejemplar sobrevivió 17 días sin alimento.
Después de comer, los lobos ingerirán copiosas cantidades de agua para
prevenir problemas urémicos. El estómago de un lobo puede albergar 7,5
litros de agua.
Comportamiento social
Una manada de lobos italianos en el Parc des Loups.
Los lobos suelen organizarse en manadas siguiendo una estricta jerarquía
social. Se cree que este alto nivel de organización social tenía que ver con
el éxito en la caza. Teorías recientes sugieren, empero, que tal
organización está más relacionada con un éxito reproductivo.
La manada la lideran dos individuos que están en lo más alto de la jerarquía
social: el macho reproductor y la hembra reproductora. La pareja
reproductora tiene una gran libertad social en comparación con el resto de
la manada. Aunque no son líderes en el sentido humano del término, ayudan a
resolver cualquier disputa dentro de la manada, y disponen de un gran
control de los recursos, como la comida, y aún más importante, mantienen a
la manada unida. Poseyendo fuertes instintos de compañerismo, el resto de la
manada normalmente los sigue.
Mientras que la mayoría de las parejas son monógamas, existen excepciones.
Un animal alfa podría preferir emparejarse con un animal de baja posición en
la jerarquía, especialmente si está relacionado con el otro alfa (un hermano
o hermana verbigracia). La muerte de uno de los alfas no afecta al estatus
del otro alfa, quien se emparejará rápidamente.
El tamaño de la manada puede cambiar a lo largo del tiempo y se controla por
diversos factores, incluyendo el hábitat, las personalidades de los miembros
dentro de la manada, y las reservas de comida. Las manadas pueden contener
desde dos a veinte lobos, aunque en una manada normal suele haber ocho.
Nuevas manadas se forman cuando un lobo deja su manada de nacimiento,
encuentra una pareja, y reclama un territorio. Lobos solitarios en busca de
otros individuos pueden viajar grandes distancias. Lobos dispersos deben
evitar los territorios de otros lobos porque los intrusos en territorios
ocupados pueden ser ahuyentados o matados. Es tabú para un lobo viajar hacia
otro territorio sin ser invitado. La mayoría de los perros, excepto quizás
los de gran tamaño, no tienen nada que hacer contra una manada de lobos
protegiendo su territorio de un intruso.
Los lobos que actúen de un modo inusual dentro de la manada, tal como
cachorros epilépticos o adultos malheridos por una trampa o por una escopeta
son normalmente matados por los miembros de su propia manada. Un cachorro de
lobo alfa puede pasar al puesto de su padre, o de su madre a través de unas
pruebas.
Reproducción
Normalmente, sólo la pareja reproductora puede procrear una camada de
cachorros. El apareamiento tiene lugar entre enero y abril; a mayor latitud,
mayor tardanza. En general, aumenta la agresividad de la hembra reproductora
hacia las hembras subordinadas. El aumento de estrés de las subordinadas,
junto a la actitud y presencia de la hembra reproductora, suele ser un
estímulo inhibitorio para impedir que las demás hembras entren en celo.
El instinto reproductivo conduce a los lobos jóvenes fuera de sus manadas de
nacimiento, yendo en busca de pareja y territorios. La dispersión ocurre en
todos los momentos del año, siendo típicamente de lobos que han alcanzado la
madurez sexual en la época de reproducción anterior.
Durante la época de apareamiento, la reproducción hace que los lobos sean
muy cariñosos anticipándose al ciclo de ovulación femenino. En general, la
tensión en las manadas crece ya que cada lobo maduro se siente impulsado a
aparejarse.
Cuando la hembra alfa está en periodo de receptividad sexual, lo cual ocurre
una vez por año y dura de 5 a 14 días, ella y su pareja pasarán una gran
cantidad de tiempo aislados. Las feromonas en la orina de la hembra y el
hinchamiento de su vulva informarán al macho de la situación de la hembra.
Ésta no es receptiva los primeros días del ciclo estral, durante los cuales
perderá el recubrimiento interno de su útero. El pene del macho tiene en su
interior una formación ósea conocida como hueso peneano o báculo, el cual
tiene la función de facilitar la penetración inicial en la hembra, además de
mantener la rigidez previa a la erección completa.
Comportamiento territorial
Los lobos son animales territoriales. Estudios han mostrado que el tamaño
medio del territorio de una manada ronda los 200 km2. Las manadas viajan
constantemente en busca de presas, cubriendo alrededor de un 9% de su
territorio por día, 25 km por día plus minusve. El núcleo de su territorio
es en promedio de unos 35 km2, en donde pasan el 50 % del tiempo. La
densidad de presas tiende a ser mucho mayor en los territorios adyacentes. A
pesar de dicha abundancia, los lobos tienden a evitar la caza en los
márgenes de su territorio, a menos que sea ineluctable, a causa de los
tensos encuentros con otras manadas vecinas.
Las manadas establecidas, raramente aceptan extraños dentro de sus
territorios. Un estudio de mortalidad de los lobos en Minnesota y en el
Parque nacional y reserva Denali, concluyó que entre el 14 y el 65 % de las
muertes de lobo eran causadas por la predación de otros lobos. De hecho, el
91 % de las muertes ocurrían dentro de 3,2 km de las fronteras, entre los
territorios vecinos.
La comunicación entre estas fronteras se logra mediante la marcación del
territorio y los aullidos. Aullar es el principal medio en las poblaciones
de lobos ya que comunica la localización del núcleo del territorio, amén de
hacer cumplir una barrera de territorio independiente alrededor de la
manada. Este es el medio para evitar encuentros con manadas vecinas cerca de
las fronteras territoriales. Los lobos solitarios raramente responden a los
aullidos.
Los lobos, como otros caninos, marcan el territorio para dejar un reclamo
sobre algo, desde territorio, hasta presas frescas. Los lobos alfa marcan el
territorio con más frecuencia; los machos lo hacen más que las hembras. La
orina es lo que más emplean para marcarlo. Los machos y hembras alfa orinan
objetos con una pata levantada mientras que el resto de miembros se agacha
para hacer cumplir el rango y el territorio. Usan también marcadores para
identificar la comida y para reclamar las muertes en nombre de la manada.
Las marcas por defecación se usan por los mismos propósitos que la orina, y
sirven como advertencia más visual. Estas marcas son particularmente útiles
para ubicarse, evitando que la manada pase por el mismo terreno demasiado y
también permitiendo a cada lobo ser consciente del paradero de su manada.
Sobre todo, las marcas se usan para informar a otros lobos y otras manadas
que un determinado territorio está ocupado, y que por tanto deberían pasar
con cautela.
Los lobos tienen glándulas por todo el cuerpo, incluyendo la base de la
cola, entre las patas, los ojos, los genitales y la piel. Las feromonas
secretadas por dichas glándulas identifican a cada lobo. Un lobo dominante
frotará su cuerpo contra los lobos subordinados para marcar a tales lobos
como miembros de una manada particular. La gran dependencia de los lobos en
las señales olorosas muestra su gran olfato. Pueden detectar virtualmente
cada olor, incluyendo marcas, desde grandes distancias, y pueden distinguir
entre ellas tan bien o mejor que los humanos pueden distinguir a otros
humanos visualmente.
Comunicación
El macho montará a la hembra firmemente por detrás. Tras lograr el coito,
los dos forman una cópula una vez que el bulbus glandis, un tejido
eréctil del macho localizado cerca de la base del pene, se expande y los
músculos de la vagina de la hembra se aprietan. La eyaculación se induce con
los empujes de la pelvis del macho y la ondulación del cuello uterino de la
hembra.
Los dos estarán físicamente unidos entre 10 y 30 minutos, durante los cuales el
macho eyaculará múltiples veces. Tras la eyaculación inicial, el macho levanta
sus patas por encima de la hembra, quedando ambos mirando en direcciones
opuestas. Se cree que es una medida defensiva ya que uno cuida la espalda del
otro. El ritual de apareamiento se repite muchas veces a lo largo del breve
periodo de ovulación de la hembra.
Comunicación
Expresión corporal
Los lobos pueden comunicarse visualmente con una impresionante variedad de
expresiones y modos, que van desde signos sutiles o ligeros movimientos, hasta
expresiones más obvias como mostrar una completa sumisión rodando boca arriba.
Agresividad: Un lobo agresivo gruñe y eriza el pelaje. Puede agacharse,
preparado para atacar si fuera necesario.
Caza: Un lobo que está cazando está tenso, y por tanto la cola está
horizontal y recta.
Defensa: Un lobo defensivo aplana sus orejas
contra la cabeza.
Dominio: Un lobo dominante permanece rígido y alto. Las orejas están
erectas y hacia delante. Esta muestra hace valer el rango del lobo al resto de
la manada. Un lobo dominante puede mirar fija y penetrantemente a uno sumiso,
montar en sus hombros o incluso subirse a sus patas traseras.
Enfado: Las orejas de un lobo enfadado están erectas, así como su pelaje.
Muestra los incisivos. El lobo puede asimismo arquear la espalda, atacar o
gruñir.
Felicidad: Tal como hacen los perros, un lobo puede menear la cola si
está jovial. La lengua asimismo puede sobresalir.
Miedo: Un lobo asustado trata de hacer que su cuerpo parezca pequeño y
por lo tanto menos llamativo. Las orejas se aplanan contra la cabeza, y la cola
puede ser introducida entre las patas, como un lobo sumiso. Puede gimotear o
ladrar de temor, arqueando la espalda.
Relajación: La cola apunta hacia abajo, y el lobo puede colarse emulando
a una esfinge. Cuanto más abajo esté la cola, más relajado está.
Sumisión (activa): Durante la sumisión activa, baja el cuerpo entero, y
echa los labios y las orejas hacia atrás. En ocasiones se lame el hocico. Coloca
la cola abajo, o a mitad o completamente entre las patas, y con el hocico
normalmente apunta al animal más dominante. Puede tener la espalda parcialmente
arqueada.
Sumisión (pasiva): La sumisión pasiva es más intensa que la activa. El
lobo rueda boca arriba exponiendo vulnerable la garganta.
Suspicacia: Estrechan los ojos. La cola está recta, paralela al suelo.
Tensión: Puede agacharse preparado para saltar.
Expresión vocal
Aullar ayuda a los miembros de la manada a mantenerse en contacto,
permitiéndoles comunicarse con efectividad en bosques densos o en grandes
distancias. Aullar también ayuda a llamar a los miembros de la manada a una
localización específica. Puede también servir como declaración del territorio,
mostrando una tendencia dominante en una imitación humana de un lobo "rival" en
un área que el lobo considera suya. Este comportamiento es estimulado cuando una
manada tiene algo que proteger, tal como una presa fresca. Manadas adyacentes
pueden responder a los aullidos de otros, lo cual puede significar un problema
para la manada más pequeña. Los lobos, por lo tanto, tienden a aullar con sumo
cuidado.
Aúllan también por razones de comunidad. Algunos científicos especulan que
fortalecen la camaradería y la unión social. Durante tales sesiones corales, los
lobos aullarán en voces diferentes y variando los tonos, resultando difícil
estimar el número de lobos implicados. Esta confusión del número hace que una
manada rival sea cauta a la hora de escoger la acción a realizar. Por ejemplo,
la confrontación puede ser desastrosa si la manada rival subestima el número de
miembros de la otra. Las observaciones de las manadas sugieren que el aullido
tiene lugar más a menudo durante las horas del crepúsculo, precediendo la
partida de los adultos para cazar y siguiendo su retorno.
El gruñido, es la muestra auditiva de advertencia más efectiva que emplean los
lobos. El gruñido del lobo tiene un claro e intenso tono, similar a un bajo, y
los emplean normalmente para amenazar a los rivales, aunque no necesariamente
para defenderse a ellos mismos. Pueden gruñir a otros lobos mientras son
agresivamente dominantes.
Los lobos ladran cuando están nerviosos o cuando quieren advertir a otros lobos
de un peligro. Ladran muy discretamente, y generalmente no ladrarán ni fuerte ni
repetidamente como los perros; en cambio, usan un poco intenso tono y una
audible respiración para llamar la atención de otros lobos. Asimismo emiten una
especie de ladrido-gruñido añadiendo un breve gruñido al final del ladrido.
Hacen esto, por la misma razón que ladran. Generalmente los cachorros
ladran-gruñen con mayor frecuencia que los adultos, utilizando estas
vocalizaciones para llorar y obtener atención, cuidados o comida.
Un sonido menos conocido es el sonido de unión. Este sonido similar a un ladrido
es empleado normalmente como muestra de sumisión al macho alfa de la manada por
otros lobos.53 Pueden también gimotear, habitualmente cuando se someten a otros
lobos. Los cachorros gimotean cuando necesitan seguridad de sus padres u otros
lobos.
Relación con el ser humano
En muchas partes del mundo el lobo es respetado y reverenciado, mientras que en
otras partes es odiado. En ocasiones han sido criados como animales domésticos y
de trabajo, aunque no sin dificultad, debido al mayor problema de socialización
que tienen con respecto a los perros y su instinto depredador. Por ello
necesitan un entrenamiento y una correcta motivación, igual que los perros.
Félix Rodríguez de la Fuente tuvo varias manadas de lobos, de los que fue líder.
En una época de persecución acérrima al lobo, este naturalista y etólogo estudió
su comportamiento tratando de descubrir los motivos del odio ancestral del
hombre hacia este animal, descubriendo "la verdad del lobo", que desarrolló en
numerosos artículos, logrando la preservación, por ley, de la subespecie
ibérica. Tras su muerte, los trabajos para la preservación del lobo continuaron.
Ataques a humanos
Los lobos salvajes son normalmente tímidos y evitan el contacto con las
personas, su reacción depende muchas veces de las experiencias anteriores que
hayan tenido con humanos más que de un comportamiento natural propio. Cuando su
hábitat es extenso, con suficiente comida, siendo ocasionalmente cazados, la
tendencia es a evitar el contacto con la gente, incluso llegan al punto de
abandonar una cacería o una pieza cazada si notan que un humano se acerca.
De todos modos existen una serie de circunstancias que hacen que los lobos
puedan mostrarse agresivos como la provocación, la habituación, la rabia, la
identificación equivocada, la presencia de cachorros, la escasez de presas
estacionales o el cruce con perros. En general los ataques suelen ser efectuados
por lobos rabiosos pero se conocen también casos de ataques de lobos sanos.
Históricamente y en contra de lo que se suele suponer, la mayoría de ataques se
producen en los meses de verano, especialmente junio y julio, en los que las
víctimas suelen ser mujeres y niños. Estos ataques se producen solo durante un
intervalo de tiempo, es decir, son temporales, dando a entender que el ser
humano no es una presa típica del lobo, aun así los lobos que han atacado a
seres humanos pueden acabar por desarrollar y mantener una conducta depredadora
sobre éstos hasta su muerte.
En comparación con otros depredadores carnívoros, la frecuencia con la que se
han dado casos de ataques de lobos hacia personas es bastante baja y más si
tenemos en cuenta su tamaño y su potencial predatorio, no obstante antes del
siglo 20, parece que el riesgo era mucho mayor sin duda debido a la presencia de
la rabia.
Según registros históricos, en Francia hubo 3069 personas muertas por lobos
entre 1580 al 1830, de las cuales casi la mitad murieron de rabia.
En la India los ataques solían darse con relativa frecuencia, incluso en la
actualidad, en Hazaribagh (Bihar) se contabilizaron 122 niños muertos y 100
heridos por ataques de lobo entre 1980 y 1986.
América del Norte ha tenido muchos menos casos que Europa; el biólogo Mark McNay
ha compilado unos 80 casos en Alaska y Canadá; aun así son recientes varios
ataques en Canadá que se saldaron con la muerte del estudiante de geología
Kenton Carnegie en Points North (Saskatchewan, Canadá) el cual aparentemente fue
atacado por lobos durante un paseo vespertino por una zona boscosa cercana y
parcialmente devorado; cabe destacar que en ese mismo lugar se habían producido
incidentes de provocación y habituación con lobos días antes.
Caza
Los lobos han sido habitualmente cazados por deporte, por su piel, para proteger
la ganadería y en algunos casos raros para proteger a las personas.
Históricamente, la caza de lobos era enorme, era una operación que requería
mucho capital y mano de obra, requiriendo miles de redes, carros y cobertizos
para almacenar sus pieles y secarlas. La amenaza para la ganadería así como para
la gente eran motivos más que suficientes para que pueblos enteros se alistasen
para cazarlos.
Algunas culturas, como la apache, cazaban lobos como rito de paso. Por lo
general son difíciles de cazar debido a su naturaleza evasiva y a sus agudos
sentidos, siendo tan difíciles de cazar como el puma, aunque no se defienden tan
agresivamente como ellos o como el oso pardo.
La caza deportiva se realiza por lo general a finales de otoño y a principios
del invierno, cuando sus pieles son de primera calidad, debido a que la nieve
pesada hace que su rastro sea más fácil. Ocasionalmente se cazaron como alimento
siendo su gusto parecido al pollo.
Mientras que originalmente se aprobaba en muchos países la caza del lobo,
actualmente en algunos de ellos hay una gran polémica al respecto. Los
opositores lo ven como cruel, innecesario y basado en ideas falsas, mientras los
defensores argumentan que es vital para la conservación de las reses.