Liebre, Datos Científicos
La liebre, un mamífero particular.
Nombre Popular: Liebre
Nombre Científico: Lepus
Clase: Mammalia
Orden: Lagomorpha
Familia: Leporidae
Características:
Este animal se caracteriza por tener una silueta bien estilizada, junto con sus
patas traseras que están, de este modo, preparadas para la carrera, además tiene
las orejas largas, aunque el largo va a ir variando de especie en especie. Otra
de las características de este mamífero es que tiene un oído hiper desarrollado,
que les sirve a los efectos de reconocer la presencia de posibles depredadores,
ante lo cual la libere inicia una frenética carrera para huir.
El color de su pelaje, así como el largo del mismo va a ir variando también de
especie en especie, pero en todas las especies de liebre, el objetivo del pelaje
es sin dudas, el camuflaje ante la posible presencia de potenciales
depredadores.
Son animales solitarios, es decir que no suelen andar en grupos, pocas veces
existen peleas entre ellos, y cuando esto ocurre generalmente es en la época de
celo de la hembra.
Alimentación:
Son animales vegetarianos, es decir que su alimentación es exclusivamente a base
de vegetales u hojas verdes. Es similar en este sentido a la de los conejos.
Hábitat:
Viven en madrigueras realizadas por ellos mismos en la época del nacimiento de
las crías, estas madrigueras oscilan, según la especie entre un metro de
profundidad y tres metros. Luego del nacimiento de las crías, las abandonan;
viven en zonas de matorral y preferentemente zonas secas.
Reproducción
Celo:
La época de celo de la liebre tiene lugar a lo largo de todo el año, aun cuando
los periodos de celo se solapa con los períodos de máxima abundancia de
alimento, de modo que la disponibilidad de comida es lo que va a condicionar más
la reproducción del animal, si bien la climatología favorable también le
beneficia.
Gestación:
La gestación dura de 42 a 44 días (de 28 a 33 días en el conejo). La gestación
de la liebre hembra es de lo más curiosa, habiéndose descrito varios fenómenos
en la especie.
La superfetación: tras la primera cópula queda fecundada, pero sigue siendo
receptiva y no interrumpe la ovulación, al poco tiempo, gracias a los
espermatozoides que es capaz de retener desde el primer apareamiento, otros
óvulos quedan fecundados, desarrollando entonces dos embarazos diferentes,
diferidos en el tiempo.
La reabsorción:
Consiste en la desaparición física de los embriones implantados en el útero y
que por alguna razón han muerto. Lo que puede afectar a uno o varios fetos, por
lo que se admite que el aborto no se da en la liebre.
Época de parto:
La hembra puede criar durante todo el año, aunque el mayor porcentaje de hembras
preñadas se da en los períodos febrero a abril y junio a julio.
Parto:
Las hembras jóvenes solo tienen dos partos al año, pasando al segundo o tercer
año a tener 3 ó 4 partos anuales, lo que mantiene en los años posteriores. La
liebre, a diferencia del conejo, no pare en madrigueras, sino que lo hace al
aire libre en un lugar que habilita sobre el suelo llamado paridera, una cama
que es acondicionada con pelos del animal y hierba seca, donde da a luz a sus
lebratos. El primer parto es el menos numeroso, con solo 1 ó 2 lebratos, siendo
los siguientes de 3 ó 4 individuos, excepcionalmente 8, aunque en la literatura
científica se cita el caso de una hembra muerta que tenía en su interior 10
fetos (Simonin, 2000).
Duración de la lactancia:
La hembra permanece con las crías durante los tres primeros días. A partir de
este momento la liebre separa los lebratos y para protegerlos los coloca en
lugares individualizados y diferentes, visitándolos solo al atardecer para
amamantarlos durante menos de 3 minutos. Desde los primeros días las crías
pueden comer por sí mismos, correr y poner en práctica mecanismos de
autodefensa, por lo que se considera que son unos de los mamíferos más precoces.
Madurez sexual:
La liebre alcanza la madurez sexual a los 12 meses. Se considera que una liebre
es adulta a partir de los 15 meses, cuando pesa unos 1500 gramos.