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Elefante
Datos Bíblicos - Datos Científicos


SONIDO DEL ELEFANTE

Elefante, Datos Científicos

Elephantidae

Los elefantes o elefántidos (Elephantidae) son una familia de mamíferos placentarios del orden Proboscidea.

Antiguamente se clasificaban, junto con otros mamíferos de piel gruesa, en el orden, ahora inválido, de los paquidermos (Pachydermata). Existen hoy en día tres especies y diversas subespecies. Entre los géneros extintos de esta familia destacan los mamuts.

Los elefantes son los animales terrestres más grandes que existen en la actualidad. El periodo de gestación es de 22 meses, el más largo en cualquier animal terrestre. El peso al nacer usualmente es 120 kg. Normalmente viven de 50 a 70 años, pero registros antiguos documentan edades máximas de 82 años. El elefante más grande que se ha cazado, de los que se tiene registro, pesó alrededor de 11000 kg (Angola, 1956), alcanzando una altura en la cruz de 3,96 metros, un metro más alto que el elefante africano promedio. El elefante más pequeño, de alrededor del tamaño de una cría o un cerdo grande, es una especie prehistórica que existió en la isla de Creta, Elephas creticus, durante el Pleistoceno.

Con un peso de 5 kg, el cerebro del elefante es el más grande de los animales terrestres. Se le atribuyen una gran variedad de comportamientos asociados a la inteligencia como el duelo, altruismo, adopción, juego, uso de herramientas, compasión y autorreconocimiento. Los elefantes pueden estar a la par con otras especies inteligentes como los cetáceos y algunos primates. Las áreas más grandes en su cerebro están encargadas de la audición, el gusto y la movilidad.

Hábitat de los elefantes

Los elefantes son capaces de sobrevivir en varios lugares y habitats debido a la enorme variedad de fuentes de alimentos que consumen. Muchas personas suponen que los elefantes que se encuentran en el medio silvestre sólo habitan en las praderas, aunque que es uno de sus principales hábitats, también pueden ser encontrados en el desierto, en la sabana, zonas forestales, pantanos, y otros más.

Forman caminos de migración que siguen año tras año, esto les permite tomar ventaja de la variedad de alimentos que crecen en las diversas áreas.

Hoy en día la mayoría de los elefantes que quedan en África habitan en parques nacionales, son áreas creadas para ayudar a darles el espacio que necesitan para sobrevivir, en estos habitats , los elefantes están bien protegidos, sin embargo, esto puede ser estresante para los elefantes a los cuales les encanta tener la capacidad de vagar libremente, también les gusta jugar y bañarse en agua por lo que no les importa viajar largas distancias para encontrarla.

Una de las razones por las que los elefantes han sido capaces de sobrevivir durante tanto tiempo en la naturaleza tiene que ver con su alto nivel de inteligencia, si bien saben el hábitat de los elefantes natural en el que les gusta estar, tienen la capacidad de saber cuándo tienen que moverse y adaptarse a nuevos hábitats, a fin de seguir sobreviviendo.


Características y comportamiento de las especies actuales

Presentan una prolongación nasal muy desarrollada, denominada probóscide (comúnmente conocida como trompa), que gracias a su desarrollada musculatura les permite utilizarla a modo de mano para agarrar objetos y comida. Los elefantes también poseen colmillos, grandes dientes que salen de su mandíbula superior. Los colmillos de elefante son una gran fuente de marfil, pero debido a la creciente rareza de los elefantes, casi toda la cacería y tráfico son ahora ilegales. Los colmillos del elefante pueden pesar hasta 120 kg y tener hasta 3 metros de longitud, aunque lo normal es que midan menos de un metro. Estos colmillos no son dientes caninos, sino incisivos extremadamente largos y el marfil es la dentina que los forma.

Otra de las características principales de los elefantes es que poseen unos grandes pabellones auditivos (mayores en el elefante africano que en el asiático). La principal función de estas orejas es la termorregulación del animal.

Al estar muy vascularizadas permiten un correcto enfriamiento de la sangre, que en animales de ese volumen sería difícil conseguir por otros medios.

Se alimentan casi exclusivamente de hierbas, cortezas de árboles y algunos arbustos, de los que pueden llegar a ingerir 200 kilogramos en un día. Son los mamíferos terrestres más grandes en la actualidad, en orden a su talla y peso. Un macho adulto africano puede llegar a pesar 7500 kg, aunque el récord conocido es de 11000 kg.

Viven generalmente hasta los 60 a 70 años (en ocasiones superan los 70 años) aproximadamente. No se conoce exactamente un récord de edad para un elefante en libertad; se estima que en muy raras ocasiones han podido superar los 90 años de edad.

En cautiverio el récord lo tiene el famosísimo elefante asiático Lin Wang, que sirvió para las "Fuerzas Chinas Expedicionarias" en la Segunda Guerra Sino-Japonesa además de participar en otras misiones militares y "conocer" a los altos cargos del ejército chino, como Sun Lijen. Falleció con 86 años de edad en 2003.

El elefante produce una variada gama de sonidos, con los cuales expresa diversas emociones. El más conocido es el barrito, que hace cuando está asustado. También utiliza infrasonidos, lo cual le permite comunicarse con individuos situados a varios kilómetros de distancia. Estos sonidos, de frecuencias de hasta tan sólo cinco hertzios, se transmiten, además de por el aire, a través del terreno, pudiendo ser detectados mediante las patas antes de llegar al oído del animal, al ser la velocidad de propagación del sonido mayor en el suelo que en el aire. Este desfase en la recepción del sonido podría servir al elefante para estimar la distancia a la que se encuentra su congénere.

El elefante africano es el mamífero con el tiempo de gestación más largo, aproximadamente 22 meses, y pesa unos 115 kg al nacer.

La piel presenta delgados pliegues que, entrecruzándose, le dan un aspecto reticulado. El pelaje está representado por unos pocos pelos aislados y esparcidos por el cuerpo, algo más espesos alrededor de los ojos, en los labios, en la mandíbula inferior, en el mentón y en la parte posterior del dorso; por su parte, el extremo de la cola ostenta un delgado plumero en forma de pincel.

Les gusta estar en manadas. Se revuelcan en el lodo para evitar las picaduras de mosquitos.

Realidades y mitos

En general suele relacionarse al elefante con la buena memoria, y estudios realizados por la Universidad de Sussex en Kenia, dirigidos por la doctora Karen McComb, parecen confirmarlo. Estudiando las comunicaciones entre elefantes del Parque Nacional Amboseli, en Kenia, los investigadores llegaron a la conclusión de que estos animales eran capaces de reconocer la llamada de más de cien individuos diferentes[cita requerida]. Al parecer, estos sonidos, similares a un gruñido agudo, pueden servir para identificar a los demás individuos y formar parte de una red social relativamente compleja.

Otros estudios, dirigidos también por Karen McComb, confirmaron la capacidad de los elefantes de reconocer los restos de cadáveres de su misma especie, prestando especial atención a los correspondientes a miembros de su manada, que al parecer distinguen por su olor. Cuando se encuentran con estos restos parecen rendirles un particular homenaje póstumo, tocándolos con sus trompas y pezuñas. Sin embargo, ante huesos de otras especies su indiferencia es total.

Mucha gente piensa que los elefantes tienen miedo a los ratones. En realidad, lo que ocurre es que los elefantes tienen una mala visión: sus ojos están a los lados de la cabeza, lo que hace que no puedan distinguir con claridad cualquier cosa pequeña que se mueva delante de ellos. Esto hace que no soporten las sorpresas o los movimientos bruscos y cuando se acerca un ratón se ponen nerviosos y un poco agresivos.

Se cree que existen "cementerios de elefantes", ya que se han encontrado restos de elefantes en una misma zona, muy cerca uno de otro, lo cual es un mito. Lo que sí ocurre es que antes de morir, los elefantes, por instinto, buscan el agua, por lo que muchos mueren cerca de ella y próximos unos de otros.

El elefante en la guerra

La industria del hombre y el furor por hacer daño a sus enemigos hizo que emplease este enorme cuadrúpedo en la guerra, armándole de diferentes modos, entre ellos unos castilletes o torres de madera, desde donde cierto número de guerreros disparaban armas arrojadizas. Heliodoro fija el número de soldados que montaba la torre en seis. De todos modos, puede juzgarse el daño que haría esta especie de fortificación movible, pues además de las flechas y dardos que despedían sus defensores, el elefante hacía también uso de la trompa, puesto que según algunos historiadores, este animal se aficiona mucho a los ejercicios bélicos.

La primera vez que le vemos aparecer en escena en la historia militar es en la batalla de Arbela o Arbella (Siria) año de 331 antes de Crist en que Darío, rey de Persia, los presentó en número de 15 en el centro de su línea de batalla, contra Alejandro el Grande, el cual a pesar de esto, venció a su enemigo y le despojó del reino. El rey vencedor, como gran capitán, no dejó de aprovechar este elemento de guerra y los elefantes formaron en lo sucesivo parte de las falanges macedónicas. Heliano dice que los griegos organizaron militarmente el conjunto de elefantes de un ejército:

- la falange era el cuerpo principal, o sea 64 elefantes
- la calerarquia tenía 32
- la elefantarquia, 16
- la epitarquia, 4
- la tearquia, 2
- la zoarquia era un elefante solo, llevase o no la torre encima

El caballero Armandi, coronel francés, es de opinión que la falange en el acto de ser atacada se formaba en cuadro sólido, de modo que pudiera formar con facilidad de frente y cuando atacaba iba en una sola fila. Pirro los hizo pasar a Italia y los romanos aprendieron de él y de Aníbal a utilizarlo en un día de batalla.

Se sirvió de ellos por primera vez contra Filipo, y continuaron empleándolos en todas sus guerras durante 300 años, hasta los tiempos de César. Tanto se llegó a estimar al elefante, que se le cubría el cuerpo con planchas de hierro y el pecho con un pelo, en medio del cual se fijaba una punta de acero. También llevaban estas puntas en las extremidades de los colmillos. En cambio, se inventaron corazas erizadas de púas aceradas para defender el cuerpo de los guerreros destinados a atacar a los elefantes para que estos se hiriesen al asirlos con la trompa.

El mejor modo de atacar al elefante era matar al cornell o conductor pues desorientado y sin guía marchaba a la ventura. No todos los elefantes tenían instinto guerrero y muchas veces, particularmente cuando eran nuevos, les espantaba el tumulto y confusión de los combates: los gritos y las heridas los irritaba y entonces, no encontrando lugar para la huida, porque se trataba de impedirla colocando un cuerpo de honderos a su espalda, embestían a las propias tropas, causando en ellas el destrozo que debía hacer en las enemigas. El conductor en este caso, no tenía otro remedio que clavarles en la cabeza un puñal muy afilado que llevaba al efecto y caían muertos en el instante. Este inconveniente, repetido con frecuencia, unido a las dificultades de su manutención, por la enorme cantidad de alimento que consumían, muchas veces imposible de proporcionar, hizo se dejase de utilizar los elefantes como elemento de guerra.


Ficha Técnica
Elefantes

Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Subfilo: Vertebrata
Clase: Mammalia
Infraclase: Placentalia
Orden: Proboscidea
Familia: Elephantidae
GRAY, 1821