La traducción de varias palabras hebreo, la mayoría de las cuales se refieren a
la cría de la oveja. Una, sin embargo (shes, utilizada en Éxodo 12:3 a
6), se refiere a la cría de la oveja o de la cabra (compare Éxodo 12:5) y parece
que a veces también incluye ejemplares adultos.
La carne de cordero era considerada una exquisitez por los antiguos hebreos
(Deuteronomio 32:14; 2 Samuel 12:3 a 6; Amós 6:4). Ya que la carne era escasa
entre ellos, el degüello de un cordero marcaba una ocasión muy especial. Los
corderos eran usados para sacrificios desde muy temprano (Génesis 4:4; 22:7).
El cordero era un elemento básico en el sistema de holocaustos de Moisés. Un
cordero era ofrecido como ofrenda quemada continua cada mañana y cada tarde
(Éxodo 29:38 a 42), y el día sábado era el doble (Números 28:9).
El primer día de cada mes (Números 28:11), durante los siete días de la Pascua
(Números 28:16, 19), en la fiesta de las Semanas (Números 28:26, 27), en la
fiesta de Trompetas (Números 29:1, 2), en el día de la Expiación (Números 29:7,
8) y en la fiesta de Tabernáculos (Números 29:13 a 16) se ofrecían corderos. El
cordero era uno de los sacrificios aceptados para la purificación ceremonial de
una mujer después de haber dado a luz (Levítico 12:6) o para la purificación de
un leproso que se hubiera recuperado (Levítico 14:10 a 18).