

Becerro, Datos científicos
Un animal bovino joven se suele llamar ternero hasta que llega a los 6 a 8
meses. Las normas específicas para proteger a los terneros se aplican a los
animales hasta que tienen 6 meses.
El becerro requiere de cuidados especiales durante los tres primeros meses de
vida. Aunque desde el momento en que nace presenta su estomago dividido en
cuatro compartimentos como cualquier rumiante, durante la lactancia se comporta
como un monogástrico más, ya que no necesita ni debe practicar la rumia.
La manera de criar a los terneros varía mucho de un país a otro y según la raza.
Por ejemplo, los terneros que se crían para la producción de carne se dejan con
sus madres, se alimentan de su leche y muchas veces se crían en el exterior. En
cambio, los terneros de leche se separan de la madre poco después de nacer para
poder usar la leche de la madre para la producción de alimentos.
El becerro requiere de cuidados especiales durante los tres primeros meses de
vida.
Aunque desde el momento en que nace presenta su estomago dividido en cuatro
compartimentos como cualquier rumiante, durante la lactancia se comporta como un
monogástrico más, ya que no necesita ni debe practicar la rumia.
Este es el principal motivo por el que el becerro se debe alimentar de manera
adecuada, suministrando calostro de alta calidad y en cantidades digeribles por
el animal.
Por otro lado su sistema inmunitario esta apenas en establecimiento, y se le
debe brindar la protección adecuada que garantice la ausencia de enfermedades, y
en caso de que estas aparezcan el becerro requiere ser tratado de manera
distinta al resto del rebaño.
Los terneros son animales muy sociables y necesitan relacionarse con los demás
como los niños. Por lo tanto, desde que tienen 8 semanas deben estar en grupos.
Un ternero atado con una cadena nunca estará contento ni sano, y es una práctica
prohibida por la normativa de la Unión Europea.
La necesidad principal de un ternero es estar en forma físicamente y sano
mientras crece y se prepara para la vida adulta. Por esa razón los terneros
deben llevar una dieta adecuada y equilibrada desde las primeras horas de vida.
Nada más nacer se alimentan del calostro, un líquido con alto contenido
energético y proteínico que le aporta también todas las vitaminas y los
minerales que necesita para combatir las enfermedades. Cuando terminan el
calostro pasan a alimentarse de leche o leche de sustitución de alta calidad, y
por último pasan a los alimentos sólidos como la hierba. Cuando los terneros
comen alimentos sólidos necesitan fibra, como el heno, para ayudarles a hacer la
digestión.
El agua fresca y limpia es también esencial para que los terneros estén sanos,
sobre todo en climas cálidos.
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