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Diccionario Ilustrado
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Epístola a los Romanos - Bosquejo de Romanos | |
ROMANOS, EPÍSTOLA A LOS Carta que Pablo escribió a los creyentes de Roma. Como en nuestro CANON las Epístolas paulinas dirigidas a iglesias están ordenadas según su tamaño, esta, la más larga del Nuevo Testamento, encabeza a las demás. Expone casi formalmente la doctrina paulina de la salvación. RESUMEN:Siguió el estilo epistolar de los griegos: comienza con: b. el nombre del destinatario c. y un saludo A menudo agrega a los nombres una descripción de la condición cristiana, tal como: · "apóstol" · "amados de Dios" (Romanos 1: 1, 7) A veces menciona a otros con él en la salutación, sin insinuar que sean coautores, lo cual es evidente por el carácter personal de las cartas. Los griegos acostumbraban expresar también acciones de gracias, adulaciones y peticiones por la salud de los destinatarios. Tan característica es esta norma de las cartas de Pablo que su omisión en Gálatas sugiere inmediatamente la honda preocupación que motiva esta carta. Posiblemente el apóstol haya dictado sus cartas a un amanuense (Romanos 16: 22), pues incluye una referencia especial cuando escribe una frase de su propia mano (Gálatas 6: 11; Colosenses 4: 18; 2 Tesalonicenses 3: 17). Estructura de La EpístolaLa Epístola a los Romanos consiste en dos mitades, una doctrinal (1 al 8) y otra práctica (12 al 16), separadas por tres capítulos sobre la posición de Israel en la historia de la salvación (9 al 11). Pablo revela su tema principal en el primer capítulo. El evangelio es poder para salvación del que cree (1:16 al 17). Esta declaración entonces se guarda en suspenso hasta el versículo 3:21, mientras Pablo se aparta un tanto del tema para mostrar que todas las personas necesitan la salvación: los gentiles porque quebrantaron la ley de la conciencia y los judíos porque quebrantaron la Ley de Moisés (1:18 al 3:20). Pablo vuelve entonces al tema inicial. En una declaración clásica del evangelio de Cristo, explica que la justicia se obtiene solo por la gracia de Dios cuando uno deposita su fe en la obra redentora de Jesucristo (3:21 al 31). El caso de Abraham es testimonio de que la promesa de Dios se alcanza por la fe (4:1 al 25). Los beneficios de la JUSTIFICACIÓN son paz y confianza ante Dios (5:1 al 11). La capacidad de Cristo para salvar es superior a la capacidad de Adán para corromper (5:12 al 21). Pablo aborda entonces el problema del PECADO en la vida cristiana. Más que como un incentivo para que pequemos, la GRACIA nos acerca a una unión leal con Cristo (6:1 al 14). Cristo nos ha libertado de la esclavitud del pecado para que seamos esclavos de la justicia (6:15 al 7:6). Pablo reconoce que la Ley saca el pecado a la luz, pero el pecado nos convence de que necesitamos un Salvador (7:7 al 25). Pablo concluye la parte doctrinal con uno de los más triunfantes capítulos de la Biblia. Los creyentes no están bajo la condenación de Dios, sino que el poder del Espíritu Santo los levanta para enfrentar la adversidad a través del amor redentor de Dios (8:1 al 39). En los capítulos 9 al 11, Pablo discute la cuestión de por qué Israel rechazó al Salvador que se les envió. Luego presenta una serie de consecuencias prácticas del evangelio. Una adecuada respuesta nuestra sería el sacrificio de nuestra vida entera a la causa del evangelio (12:1, 2). Los dones de gracia a la iglesia son complementarios, no competitivos ni uniformes (12:3 al 8). Presenta una lista de recomendaciones para la conducta cristiana (12:9 al 21). A los cristianos se les instruye en cuanto a la actitud que deben tener ante los gobernantes (13:1 al 7), el prójimo (13:8 al 10), la Segunda Venida (13:11 al 14) y el juicio a que a veces se somete a los demás (14:13 al 15:13). El apóstol concluye hablando de sus planes de viaje (15:14 al 33) y una larga lista de saludos (16:1 al 27). Autor Y FechaNo hay dudas razonables hoy día en cuanto a la autenticidad de Romanos. Aun los críticos más escépticos la incluyen entre las cuatro epístolas columnares (con Gálatas y 1 y 2 Co) escritas indiscutiblemente por Pablo. Hay pruebas de que otros autores cristianos dentro del mismo siglo I la citaron en sus obras, e Ireneo (siglo II) la cita como paulina. Todas las listas canónicas la incluyen. Además, esta fuerte prueba externa está corroborada por el testimonio interno de la carta misma. Al escribir, PABLO considera terminado su quehacer en el Oriente (15:23 al 27) y quiere continuarlo entre los gentiles de Occidente; pero antes proyecta un viaje a Jerusalén, para llevar la colecta hecha en Macedonia y Acaya (15:25 siguientes; compárese 1 Corintios 16:1 al 14; 2 Corintios 8:1 al 9:15; Hechos 19:21). De esto se deduce que Romanos fue escrito durante el tercer viaje misional; y decir que data de a principios del año 58 concuerda bastante con los documentos. Marco HistóricoAunque ciertos manuscritos posteriores omiten la frase en Roma (1:7, 15), los mejores unciales respaldan aquí la tradición externa: Pablo escribió a los cristianos, en su mayoría todavía desconocidos por él, que vivían en la ciudad más importante del mundo (ROMA, CIUDAD). No se sabe quién llevó el evangelio a Roma en 15:20. Es probable que ningún apóstol la había visitado en el momento del despacho de la carta. Pablo mismo no la visitaría sino tres años después (61, Hechos 28:14 siguientes). Es evidente que la comunidad cristiana adolecía de desunión. La sección ética de la carta (12:1 al 15:13), que exhorta a guardar la caridad y la paz, y la sección doctrinal (1:8 al 11:36) señalan los antídotos para este mal. Tal parece que los cristianos gentiles, que constituían la mayoría de la comunidad, se sentían superiores a los de origen judío; por tanto, las secciones sobre la pecaminosidad universal (1:18 al 5:21) y el significado de la vocación de Israel (9:1 al 11:36) les servirían de correctivo. Dos factores favorecen a Corinto como ciudad de origen: 16:1 siguientes recomienda a Febe, diaconisa al servicio de la iglesia en Cencrea; y 16:23 menciona a Gayo, hospedador de Pablo, probablemente el mismo de 1 Corintios 1:14. Aporte a La TeologíaPablo tenía la intención de ir pronto a España pasando por Roma y respaldado económicamente por los romanos (15:24, 28s; compárese 1:9 al 15). Así que esta carta pretendía disponerlos para acoger su evangelio; o sea, su manera Cristo-céntrica de presentar las buenas nuevas. La carta anterior a los GÁLATAS había sido un ensayo sobre el mismo tema, pero en el tono polémico que le imponían las actividades de los JUDAIZANTES. El tono de Romanos es más tranquilo y noble, aunque siempre enérgico y vivaz. Esta epístola, que parece ser una presentación casi sistemática, no es un simple tratado de teología. Como las demás epístolas, se origina en las necesidades de sus destinatarios. En este caso Aquila y Priscila pueden haber sido fuente de la información precisa que parece traslucirse en ciertas alusiones. Pablo, siempre fascinado en los últimos años de su apostolado por la significancia del Imperio Romano, intuyó quizá la importancia de la comunidad cristiana de la ciudad capital y quiso dejar con ella esta comprensible exposición de la predicación primitiva. Su tema es: la salvación divina, aportada por el esparcimiento del evangelio, primero a los judíos y después a los gentiles, el poder de Dios apropiado por la fe (1:1 siguiente, 16). Otros Puntos ImportantesCon los últimos capítulos de Romanos se presentan pequeños problemas. Marción eliminó 15 y 16 en su CANON particular, pero todos los manuscritos existentes los incluyen. Sí es discutible la doxología final (16:25 siguientes), que en algunos manuscritos se halla al final del capítulo 14. Algunos comentaristas consideran que 16:1 al 24 (que consta en su mayor parte de saludos a conocidos y Pablo no había estado aún en Roma) es un fragmento de una supuesta carta dirigida a Éfeso. Señalan también como dudosa la inclusión en esta lista (versículo de Aquila y Priscila, expulsados de Roma en 49 después de Cristo por el emperador CLAUDIO. En defensa de la autenticidad del capítulo 16, sin embargo, se puede responder que el evangelio había alcanzado a las clases extraordinariamente móviles (ROMA, IMPERIO, [Aspecto preparatorio para el cristianismo]), y no es improbable que Pablo conociera en otra parte más de veinte cristianos que después fueron a radicarse en la capital. Y respecto a AQUILA Y PRISCILA, es probable que volvieran a Roma después de la muerte de Claudio en el 54.
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