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Levítico     - Bosquejo de Levítico

     LEVÍTICO, Libro del Antiguo Testamento lleno de instrucciones en cuanto a la adoración del pueblo escogido, Israel. Los hebreos lo llaman wa-yiqra (y llamó) por su palabra inicial, o a veces torat-qohanim (ley o manual de los sacerdotes) por su contenido. La Septuaginta le dio el nombre Levítico porque el sacerdocio se había reservado para Aarón y sus hijos, descendientes de la tribu de Leví. La Vulgata lo denomina Liber Leviticus, literalmente libro de los levitas, es decir, del personal que labora en el templo. Lo curioso es que los levitas se mencionan solo incidentalmente en el libro (25:32 siguientes).

Estructura Del Libro

    Para la mayoría de los estudiantes de la Biblia, Levítico es un libro difícil de leer. Es una página tras otra de instrucciones detalladas en cuanto a rituales extraños que parecían carecer de organización. Pero si se analiza con cuidado, el libro puede dividirse en dos partes importantes.

    La primera parte, que se extiende desde el capítulo1 al 17, contiene instrucciones sobre el ritual de los sacrificios, incluso el sacrificio de animales u ofrenda encendida, que son ingredientes clave en la adoración del Antiguo Testamento. La segunda parte enfoca lo referente a la consagración de los sacerdotes, y presenta las leyes para caminar con Dios correcta y santamente.

Leyes dictadas por Dios a la salida de Egipto

    Fue un total de 430 años que el pueblo de Israel permaneció en Egipto, entraron unas 125 a 127 personas y salieron alrededor de 3 millones de personas. Estaban conviviendo con todas las costumbre de Egipto y sus idolatrías. El pueblo estaba contaminado y algunas de estas leyes en contra del pecado, costumbre común en Egipto, la dictó Dios en Levítico 18, vemos:

   1. Ningún varón puede ver la desnudes de cualquier parienta próxima, ni madre, ni madrastra, hermana, nieta, tía, tío, ni prima.
   2. Prohibido tomar por mujer a un madre con su hija.
   3. No tener relación sexual con una mujer cuando está en menstruación.
   4. No a la idolatría o sacrificar al hijo para actos a dioses (demonios).
   5. El homosexualismo de hombre con hombre o mujer con mujer, hace el énfasis que es abominación.
   6. Prohibido el sexo con animales, Dios le llama perversión.

    Y todo esto está vigente ahora, luego de Jesucristo, en este período de la Gracia.

Autor Y Fecha

    La mayoría de los eruditos bíblicos conservadores reconocen a Moisés como el autor de Levítico. Pero muchos insisten que se trata de una compilación de tradiciones transmitidas oralmente hasta formar lo que tenemos hoy.

    Esta última teoría pasa por alto las docenas de veces en Levítico en que Dios habló directamente a Moisés y este puso por escrito las instrucciones recibidas para trasmitirlas al pueblo. Además, nada era más importante para Israel en sus primeros años que el desarrollo del sistema de adoración. Por eso, había que establecer las reglas al mismo principio de Israel. Eso es lo que hace pensar que Moisés fue el autor, probablemente cerca del 1400 antes de Cristo.

    Algunos piensan que Levítico alcanzó su forma actual durante los tiempo de ESDRAS, cuando Judá regresó del CAUTIVERIO en Babilonia (siglo V antes de Cristo).

Marco Histórico

    No cabe duda de que el origen de las leyes y las narrativas que presenta Levítico se remonta al tiempo de MOISÉS y de la conquista de CANAÁN. En el Sinaí, Moisés recibió directamente de Dios los Diez Mandamientos y otras partes de la Ley. También construyó y equipó el tabernáculo como lugar en que el pueblo pudiera adorar a Dios (Éxodo 40).

    Después de que el tabernáculo se llenó de la gloria de Dios, Moisés recibió instrucciones para el pueblo en cuanto a la adoración a Dios en aquel santo lugar. Son estas instrucciones las que hallamos en el libro de Levítico.

Aporte a La Teología

    Levítico es importante por sus claras enseñanzas en cuanto a tres verdades espirituales fundamentales: EXPIACIÓN, SACRIFICIO y SANTIDAD

Expiación

    El capítulo 16 de Levítico contiene las instrucciones de Dios para la observación del Día de Expiación. En ese día el sumo sacerdote de Israel entraba al Lugar Santísimo y ofrecía un sacrificio animal en expiación por sus propios pecados. Después mataba otro animal y rociaba la sangre sobre el altar para expiar el pecado del pueblo. El Nuevo Testamento compararía después estos sacrificios al sacrificio de Cristo al morir en nuestro lugar. Pero a diferencia de los sacerdotes humanos, Cristo no tuvo que ofrecer primero un sacrificio por sus propios pecados y luego por los del pueblo, porque esto lo hizo cuando se presentó a sí mismo como sacrificio (Hebreos 7:27).

Sacrificio

    Levítico enseñó a Israel a preparar diferentes tipos de sacrificios: ofrenda encendida, ofrendas de grano, ofrendas de paz, ofrendas por el pecado y ofrendas por culpa y transgresión. Eran presentes por medio de los cuales un adorador expresaba su lealtad y devoción a Dios. Pero un sacrificio cruento en el que se presentaba a Dios la sangre de un animal era más que un regalo. Simbolizaba que el adorador ofrecía su vida a Dios, pues los hebreos creían que la vida de la carne en la sangre está (Levítico 17:11). Esto también adquiere mayor significado en el Nuevo Testamento cuando se aplica a Cristo. Él dio su vida a nuestro favor cuando derramó su sangre para quitar nuestro pecado.

Santidad

    El significado esencial de esta palabra en Levítico es que Dios demanda absoluta obediencia de su pueblo. La palabra en esencia quiere decir separación. El pueblo de Dios tenía que separarse y ser diferente de los pueblos paganos que los rodeaban, y de ahí la razón por la que Dios instruyó a su pueblo que no comiera ciertos alimentos que no consideraba limpios. Solo un pueblo limpio e incontaminado podría Él usar para cumplir su propósito de redención del mundo. Levítico deja también bien claro que la santidad que Dios demandaba incluía la conducta diaria de su pueblo. De estos se esperaba que practicaran la bondad, la honradez y la justicia, y que se mostrara compasión hacia el pobre (Levítico 19:9 al 18).

Otros Puntos Importantes

    La sangre de toros y corderos que tan importante son en Levítico no tiene poder para quitar el pecado. Cada uno de estos rituales son sombra de los bienes venideros (Hebreos 10:1). Señalaban proféticamente el supremo sacrificio de Dios que habría de presentarse a nuestro favor: Cristo fue ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos (Hebreos 9:28).