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Diccionario Ilustrado
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Esperanza | |
En el Nuevo Testamento Uno de los dones del Espíritu que, juntamente con la fe y el amor, es una característica esencial que permanece en el creyente cuando las profecías, las lenguas y el conocimiento se acaben (1 Corintios 13:8, 13). El sustantivo griego elpis y el verbo elpizo, casi siempre traducido esperanza, aparecen 54 y 31 veces respectivamente en el Nuevo Testamento. El concepto bíblico de esperanza no es una mera expectación o deseo, como en la literatura griega, sino incluye confianza (Romanos 15:13). Cristo en vosotros es la esperanza de gloria, Colosenses 1:27; compare 1 Timoteo 1:1. Toda la creación espera la redención (Romanos 8:19-25). Los creyentes tienen la esperanza bienaventurada, la manifestación de... Jesucristo (Tito 1:2; 2:13), lo cual motiva a la purificación (1 Juan 3:3). La esperanza está unida a la fe (Hebreos 11:1), y descansa sobre la resurrección de Jesús (1 Corintios 15:19). En los Evangelios se habla muy poco de la esperanza mientras Jesús estuvo en la tierra, o en Apocalipsis. La esperanza que animaba a Pablo (Hechos 26:6-8) era la esperanza de Israel (Hechos 28:20). La esperanza del Nuevo
Testamento tiene raíces profundas en el Antiguo Testamento. Esperanza traduce
varias palabras hebreo que pueden significar: confianza, fe, seguridad, etc, y
se traduce así en algunas versiones modernas. Para los escritores del Antiguo Testamento, Dios es la esperanza de Israel (Jeremías 14:8). Confían en Él (Jeremías 17:7), descansan pasivamente en Él (Salmos 42:5) o anticipan activamente la bendición divina (Salmos 62:5 siguientes). La religión del Antiguo Testamento es la de la esperanza, cuya garantía es el PACTO de Yahveh (Nehemías 1:5), confirmado por sus gloriosos actos a favor de su pueblo. La esperanza anima la posesión de Canaán (Génesis 15:7; Éxodo 3:8, 17) y una vez lograda esta se espera siempre la protección de Yahveh (Esdras 9:9). Hasta en medio de la transgresión del pueblo o del juicio divino, hay esperanza para el REMANENTE fiel. En el pensamiento del
Antiguo Testamento, la esperanza no aparece solo en la necesidad. Está siempre
presente por su afirmación en el pacto. Abarca las situaciones más desesperantes
y los proyectos nacionales más audaces (Isaías 2:2, 4;Miqueas 4:1 al 4). Es
símbolo de vida. Por tanto, solo los vivos tienen esperanza, pues contemplan a
Dios y le reconocen. No así los muertos (Job 6:11;7:6; Eclesiastés 9:4;
Lamentaciones 3:4 al 9). El justo tiene plena esperanza y esta se convertirá en
alegría (Proverbios 10:28).
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