Diccionario Ilustrado
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Embalsamamiento
     Embalsamamiento. Uso de especias aromáticas para conservar los cadáveres y postergar su descomposición.

Entre los egipcios la técnica del embalsamamiento era la momificación, muy costosa y por tanto reservada para líderes y personas ricas y de especial relevancia. Se extraían el cerebro y las partes blandas de la cavidad abdominal, y se desecaba el resto del cuerpo mediante empaques de sal. Después se vendaba el cuerpo con lienzos impregnados de natrón, y finalmente con lienzos secos. Incluyendo el período de duelo, el proceso duraba comúnmente setenta días; el día setenta y uno tenía lugar el entierro. Los cuarenta días mencionados en el caso de Jacob (Génesis 50:3) describen, pues, el embalsamamiento propiamente dicho.

La mención en el caso de José de un ataúd (Génesis 50:25 siguiente) recuerda los sarcófagos que la arqueología moderna ha descubierto. La costumbre de momificar atestigua una vaga fe en la resurrección al estilo de Osiris (legendario dios-rey de Egipto), pero para los autores bíblicos la fe en el Dios vivo se expresa mejor en el entierro de Jacob y José en la tierra de promisión (Génesis 50:4 al 26; Éxodo 13:19; Josué 25:32).

En los días de Jesús el embalsamamiento era mucho más sencillo, sobre todo para los pobres. El cadáver se lavaba (Hechos 9:37), se ungía (Marcos 16:1) y se vestía de lino, intercalando las especias MIRRA y ÁLOES en los pliegues (Juan 19:40). Finalmente, se vendaban los miembros del cuerpo y se cubría el rostro con un sudario (Juan 11:44;20:5 al 7). De Hechos 5:6 se infiere que en la primera iglesia hubo un gremio de jóvenes que se dedicaban a embalsamar.