Diccionario Ilustrado
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Canaán
Museo de Artes de Besanzon Pintor —giovanni bellini

     CANAÁN, CANANEOS. Canaán fue hijo de Cam y nieto de Noé. De acuerdo al testimonio bíblico, Noé maldijo a Canaán, quizás porque junto a su padre vio la desnudez de su abuelo (Génesis 9:18, 22 al 27; CAM). Más tarde Canaán se identifica en la lista de la naciones (Génesis 10:15 al 19) y sus descendientes (cananeos) se relacionan con once grupos o pueblos que históricamente habitaban en Fenicia y Siria Palestina.

Nombre

    Los términos Canaán y cananeo parecen abarcar una designación egipcia que identificaba tanto a los habitantes como al país ubicado en la región oeste de Palestina a partir de cerca del año 2000 antes de Cristo. Tal designación quizás se fundamentaba en cómo dichos habitantes se auto-identificaban. Se piensa que kina-nu significa "mercaderes" o "comerciantes" (Oseas 12:7; Sofonías 1:11; compárese Isaías 23:11), aunque tradicionalmente el vocablo se ha relacionado con "tinte color púrpura", en clara alusión al principal producto comercial de la comunidad. Se ha sugerido también que el nombre Canaán puede significar "bajo" o "plano", en relación a la costa mediterránea al norte del territorio filisteo. De acuerdo a fuentes griegas y fenicias, los habitantes de Fenicia se identificaban como cananeos.

    En la Biblia se indica que Canaán es el país al que emigraron los patriarcas y los israelitas. Y en la actualidad la región incluye parte del territorio de Israel y Líbano.

Geografía

    En la Biblia, como también en fuentes extrabíblicas, se identifican al menos dos extensiones geográficas relacionadas con el término. En primer lugar se alude al territorio y a la franja costera que va desde Siria a Palestina, y sobre todo a Fenicia. Los cananeos, según algunos textos de la Escritura (Génesis 10:15 al 19; Números 19:29; Josué 5:1; 11:3; Jueces 1:27 al 37), ocupaban la región costera, los valles y las llanuras del oeste palestino y el valle del Jordán (los amorreos habitaban en las alturas).

    La misma designación puede abarcar, por relación o extensión, la región interior de Palestina y Siria. De ahí que en Génesis 10:15 al 19se incluye en la lista también al heteo, al jebuseo, al amorreo, al heveo y al gergeseo, y se indica que las familias de los cananeos se dispersaron (versículo 18). Esta región, que abarca la costa mediterránea desde Sidón hasta Gaza, en el interior incluye ciudades a la orilla del mar Muerto (por ejemplo, SODOMA Y GOMORRA), y llega al norte hasta Lasa, de ubicación precisa incierta.

    Los puertos más importantes de Canaán eran Tiro, Sidón, Beritus (actual Beirut) y Gebal (conocida en griego como Biblos). Estos centros de comercio internacional estaban ubicados en el actual Líbano. Los barcos de estas regiones transportaban madera de cedro, aceite, vino y tinte púrpura. Llegaban a Canaán barcos con lino de Egipto y artesanía griega, y Biblos era un importante centro de exportación de papiro. En la época de Salomón, la artesanía cananea y fenicia tenía tanta fama que del Líbano se envió madera para la construcción del templo de Jerusalén, y desde Tiro colaboraron en las obras de construcción (1 Reyes 5; 7:13 al 47).

Cananeos Y Amorreos

    Aunque en la Escritura los AMORREOS habitan en las montañas (Números 13:29; Josué 5:1 ; 11:3), en su uso más amplio se confunden con los cananeos. Los amorreos se incluyen en la designación de cananeos (Génesis 10:15 al 16); cuando se indica que Israel conquistó Canaán, posteriormente se alude a la tierra de los amorreos (Josué 24:15, 18); Abraham, al llegar a Canaán, no ocupa la tierra prometida porque la maldad de los "amorreos" no había llegado al colmo (Génesis 15:16); y Siquem, que es una ciudad de Canaán (Génesis 12:5 al 6 ; 34:2, 30), también se conoce como amorrea (Génesis 48:22).

    Esa confusión semántica quizás se deba a que ambos términos provienen de la identificación que hacen de ellos los grupos externos (por ejemplo, egipcios e israelitas). Pero aunque son vecinos, sin duda son nacionalidades independientes.

Historia

    La presencia en Palestina de un pueblo de habla semítica en el tercer milenio antes de Cristo la han corroborado varios descubrimientos arqueológicos. Se ha comprobado que los cananeos estaban ya establecidos en Palestina a lo menos por el año 2000 antes de Cristo. También los amorreos estaban bien arraigados en Siria Palestina; y en Ebla, al norte de Siria, ya se manifestaba un elemento semita para el 2300 antes de Cristo En aquellos tiempos, Canaán estaba dividida en una serie de ciudades estatales y formaba parte del Imperio Babilónico bajo la dinastía de Ur. La teología y los dioses procedían de Babilonia. Como en todo el imperio, el famoso Código HAMMURABI estaba en vigencia en Canaán.

    Cuando el dominio de los babilonios, aunque no su influencia, llegó a su fin en Palestina, los heteos dominaron en el norte y en el sur los egipcios. Los reyes hicsos de EGIPTO unieron Canaán con el Delta. No cabe duda que fue un rey hicso el que favoreció a José y a su familia. Luego los egipcios derrotaron a los hicsos, quienes eran extranjeros en la tierra de los faraones, y recuperaron el dominio de Canaán:"Se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José" (Éxodo 1:8)

    En el tiempo de la invasión israelita bajo Josué ( cerca del año1230 al 1220 antes de Cristo), el poderío egipcio casi había desaparecido en Canaán. Existían muchos conflictos entre los pequeños reinos y principados de las ciudades estatales, pero los faraones permanecían indiferentes; al parecer solo se interesaban en los tributos que recibían de Canaán. Los cananeos se hallaban debilitados por sus disensiones, los impuestos y por el sistema feudal que Egipto había propiciado.

    Los primeros doce capítulos del libro de Josué narran la conquista de Canaán por Israel, y en los capítulos 13 al 22 se describe la distribución de la tierra entre las doce tribus.

    Cerca del año 1200 antes de Cristo, quizás después que los hebreos conquistaron a Canaán, varios grupos conocidos como "los pueblos del mar" invadieron y arrasaron la costa del Mediterráneo, infundiendo terror hasta las mismas fronteras de Egipto. Uno de esos grupos, los filisteos, se asentaron en la región costera al sur de Canaán.

Cultura

Organización social

    Los cananeos se organizaban en ciudades estatales que tenían el carácter de pequeñas monarquías. Cuando los israelitas invadieron Canaán, la tierra estaba dividida de esta manera (Josué 10:1 al 5; 11:1 al 3). El rey tenía el privilegio de establecer impuestos, reclutar el ejército y supervisar el comercio y la religión (compárese 1 Samuel 8); la reina cumplía responsabilidades de importancia; y en los estados más desarrollados la corte se organizaba de forma fastuosa. La unidad básica de la sociedad cananea era la familia, como lo indica la literatura de la época, sobre todo la proveniente de Ugarit. Además, tenían gremios o corporaciones para agricultores, ganaderos, artesanos, comerciantes y artistas. Los sacerdotes y el personal ocupado de los quehaceres del culto también estaban organizados. Y los guerreros pertenecían a varios tipos de grupos militares. Parece, además, que existía una profunda división de clases, incluyendo los patricios o clase alta, la clase baja y los siervos, quienes disfrutaban de relativa libertad.

Idioma

    La lengua de los cananeos pertenece a la familia de idiomas semíticos. La expresión "la lengua de Canaán" (Isaías 19:18) se refiere especialmente al hebreo, pero incluye las lenguas semíticas occidentales. Entre los eruditos se usa a veces el término "cananeo" para designar el grupo de lenguas semíticas formado por el cananeo antiguo (representado en las tablillas del Tell el-Amarna), el hebreo, el fenicio, el púnico y el moabítico.

La definición de lo que es o no es "cananeo" se presta a mucha controversia. Dentro del grupo general de los idiomas semíticos del nordeste, el hebreo bíblico (compárese Isaías 19:18) y las glosas y términos semíticos occidentales de las tablillas de el-Amarna, pueden catalogarse como "sudcananeos" juntamente con el moabítico y el fenicio.

Literatura

    El estudio de la literatura de Canaán se fundamenta básicamente en los descubrimientos de Ugarit. Este material incluye, entre otros documentos, la epopeya de Baal (escrita cerca del año 2000 antes de Cristo), la leyenda de Aqhat (cerca del año 1800 antes de Cristo) y el relato del rey Keret (del siglo 16 antes de Cristo). La poesía que manifiestan estas obras puede relacionarse con la literatura bíblica en lo que respecta al vocabulario y los giros del lenguaje.

    Es posible que en los tiempos de Hammurabi se introdujese en Canaán el sistema de escritura cuneiforme, juntamente con el idioma y la literatura de los babilonios.

Arte

    Los hallazgos arqueológicos muestran que los cananeos avanzaron en el cultivo de las artes, sobre todo en la escultura y la orfebrería. Trabajaban también con esmero la madera y fabricaban telas preciosas.

Comercio

    La situación geográfica de Canaán fue siempre sumamente estratégica. Allí coincidían las rutas más importantes del comercio mundial de la época. La flota mercante de los fenicios se hallaba muy activa en el negocio de la púrpura.

 Las ciudades del interior tenían como patrimonio no solo la agricultura y la ganadería sino también el comercio. Concurrían allí las caravanas de Asia Menor, Babilonia y Egipto para el intercambio de una gran variedad de productos industriales y agrícolas. A los israelitas recién salidos del desierto la vida de los cananeos debe haberles parecido en extremo lujosa.

Religión

    La obra de Filón de Biblos, erudito fenicio que vivió a finales del primer siglo después de Cristo y la literatura épico-religiosa descubierta en Ras Samra (antigua ciudad de Ugarit) durante los años 1929 al 1937, arrojan mucha luz sobre la religión de los cananeos, quienes eran decididamente politeístas. Entre sus dioses sobresalen los siguientes:

    ÉL (el Poderoso) era el nombre la deidad suprema. Era un dios tirano, cruel, sanguinario y lujurioso, que echó del trono a su padre y asesinó a su hijo favorito y a su hija. Tenía tres de sus hermanas como esposas. Para los cananeos ÉL era el "Padre de los hombres" y lo representaban como "el Padre Toro". Es decir, el progenitor de los dioses. El hijo y sucesor de ÉL era BAAL (señor), el dios de la lluvia, la tempestad y la fertilidad.

Anat, hermana y esposa de Baal, forma junto a ASTORET y ASERA la trilogía de diosas cananeas que ilustran la gran depravación del culto cananeo. Eran las diosas de la guerra y la actividad sexual.

Anat, a quien se le llamaba "Virgen" y "Santa", era en realidad una prostituta del panteón cananeo. Astoret, la diosa de la estrella vespertina, no siempre se distingue de Anat. Era tanto una diosa madre como una prostituta.

    Asera, esposa de ÉL, según la mitología de Ugarit, era la diosa principal de Tiro en el siglo XV antes de Cristo, bajo el nombre de "Santidad". Se le nombra al lado de Baal en el Antiguo Testamento, donde el término "Asera" significa principalmente la imagen de esta diosa (1 Reyes 15:13; 18:19; 2 Reyes 21:7; 23:4).

    En los cultos cananeos se sacrificaban animales a los dioses (carneros, corderos y palomas). Aunque hay indicios de sacrificios humanos en el culto cananeo del segundo milenio antes de Cristo, esta práctica no se ha podido corroborar arqueológicamente. De acuerdo a los textos ugaríticos y a la literatura egipcia de origen o inspiración semítica, la religión cananea apelaba a lo bestial y material de la naturaleza humana. Esos cultos incluían actividades sexuales, en las cuales participaba personal femenino del templo especialmente separado para tal oficio.

    El politeísmo cananeo, que era de lo más degradado, corrompió moralmente al pueblo. En el culto de sus dioses, hombres y mujeres se prostituían a su antojo. Se ha dicho que en aquellos tiempos no había en el Medio Oriente una religión tan degenerada como la de Canaán. Según Levítico 18:25, la tierra estaba contaminada por las abominaciones practicadas por los cananeos, a quienes la tierra tuvo que vomitar (Levítico 20:22).

Exterminio

    Jehová ordenó a Israel que exterminase a los cananeos (Éxodo 23:31 al 33; 34:11 al 17; Deuteronomio 7:2 al 4; 9:3). Hay algunos que califican de injusto este mandato, y afirman que no se halla en armonía con el carácter de Dios, quien es "lento para la ira y grande en misericordia". Una buena respuesta a esta objeción se halla en la justicia de Dios y en la naturaleza de la religión cananea.

    El propósito divino en la destrucción de los cananeos era en primer lugar punitivo (Génesis 15:16; Levítico 18:25). Dios es también justo y sabe dar su paga a los que hacen mal. Castigó a los antediluvianos (Génesis 6) y a los habitantes de Sodoma y Gomorra (Génesis 19) mediante fuerzas naturales. ¿Por qué no habría de destruir a los cananeos a través del pueblo de Israel? No es tampoco la única vez que Él se vale de una nación para castigar a otra. Lo hace también cuando trae a los asirios para maldición del reino del norte en Palestina y a los babilonios para ejecutar juicio sobre Judá. Además, el propósito de Dios al destruir a los cananeos era preventivo (Éxodo 23:31 al 33; 34:12 al 16; Deuteronomio 7:2 al 4). No quiere que su pueblo se contamine con las maldades de Canaán. Los cananeos estaban tan corrompidos, que aun su existencia era incompatible con la conservación de Israel en pureza y verdad, necesarias para el cumplimiento de su misión universal de bendición (Génesis 12:1 al 3).

    Los israelitas no cumplieron cabalmente la orden divina y su desobediencia les trajo muchos males. El libro de Jueces menciona los continuos fracasos de Israel. Judá no pudo arrojar a los que habitaban en los llanos (1:19).

Mas el jebuseo que habitaba en Jerusalén no lo arrojaron los hijos de Benjamín (1:21). Tampoco Manasés (1:27), Efraín (1:29), Zabulón (1:30), Aser (1:31), Neftalí (1:33) ni Dan (1:34) tuvieron completo éxito en la empresa de desarraigar a sus enemigos. El cananeo "persistía en habitar aquella tierra" (Jueces 1:27) y fue azote y tropezadero para los hijos de Israel (Jueces 2:1 al 3).

Su Historia desde David

     Los cananeos que habían sido desplazados, tanto por los filisteos como por los israelitas, establecieron fuertes estados marítimos en Tiro y Sidón desde los cuales colonizaron las islas del Mediterráneo y del norte de África. Hiram de Tiro cooperó tanto con David como con Salomón en sus operaciones de construcción. Con la victoria de David sobre los filisteos (2 Samuel 5:17 al 25), el sur de Canaán viene a resplandecer totalmente en la historia. Su historia posterior es la de Israel.