Diccionario Ilustrado
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Ayuno - Ayunar
     AYUNO, AYUNAR Ejercicio espiritual en el que un individuo o una comunidad se abstienen de comida. Aunque la práctica bíblica era que durara generalmente un día (hasta el anochecer), la Biblia cita ayunos de tres días, siete días, tres semanas y cuarenta días.

     Las personas ayunaban por diversas razones. Lo hacían, por ejemplo, para prepararse antes de recibir un mensaje de Dios y antes de ir a cumplir una misión especial de Dios. Pero lo hacían también con motivo de la muerte de un ser querido o para conmemorar catástrofes nacionales; y para implorar la ayuda de Dios, discernimiento o perdón.

El Ayuno En El Antiguo Testamento

La revisión detallada de textos en el Antiguo Testamento nos ofrece el siguiente cuadro:

  1. La mayoría de los pasajes del pre cautiverio presentan el ayuno en un contexto de luto, tristeza y humillación (Jueces 20:26; 1 Samuel 31:13; 2 Samuel 1:12; 12:16 al 23).
  2. Hay algunos pasajes que presentan el estado de tristeza y humillación en el contexto de la penitencia por el pecado (1 Samuel 7:6; 1 Reyes 21:9 al 27).
  3. En los textos del cautiverio y especialmente en los del pos cautiverio (donde se encuentran la mayoría de textos), el ayuno por lo general se presenta en el contexto de la penitencia y la humillación y como señal de conversión (Jeremías 14:12; Jonás 3:5; Esdras 8:23; Nehemías 9:1; 2 Crónicas 20:3; Joel 1:14; 2:12; 2:15; Daniel 9:3; Salmos 35:13; 69:10; 109:24)
  4. En Ester 4:16, Ester solicita a todo el pueblo judío ayunar tres días para luego entonces, presentarse ante el rey. Se sobreentiende que este ayudo fue una rogativa a Dios para que Dios viniera la solución al problema.
  5. Dios, a través de Isaías, en Isaías 58, enseña como es el ayuno verdadero, señala los errores del ayuno religioso y de la intensión contraria a Dios. Presenta, primeramente, el cambio de actitud hacia la humillación, reconocer los errores y pecados. Antes de ir al motivo del ayuno, se debe pasar por el proceso de limpieza espiritual ante la presencia de Dios, en humillación y arrepentimiento si ha cometido pecado. Luego es que se presenta la petición a Dios, el cual está dispuesto a dar respuesta. En Zacarías capítulo 7, Dios habla contra los que ayunan y persisten en pecar, en ser indolente, en no ayudar al necesitado, indica que Dios que es un ayuno, no para Dios, sino para ellos mismos.
  6. Hay dos casos, semejantes al de Jesús, en los que Moisés (Éxodo 34:28) y Elías (1 Reyes 19:8) ayunan durante cuarenta días, en el desierto.

El Ayuno En El Judaísmo

     El único ayuno exigido por Moisés era el del día de la Expiación, Levítico 16:29, 31; 23:27-32; Números 29:7; Jeremías 36:6). Se realizaban muchos ayunos en ocasiones especiales por transgresiones o para alejar calamidades presentes o inminentes (1 Samuel 7:6; Jeremías 36:9; 1 Reyes 21:9, 12; 2 Samuel 12:16, 21 al 23).

     Esto llevó a que el día se conociera también como "día del ayuno" (Jeremías 36:6) o "el ayuno" Hechos 27:9. Después del cautiverio se establecieron intervalos regulares para la celebración del ayuno. Según Zacarías 8:19, en el cuarto, en el quinto, en el séptimo y en el décimo mes habría de observarse otros cuatro ayunos que recordaban desastres en la historia de los judíos. Y está también el ayuno antes de la celebración del Purim, que se instituyó en los días de Ester (Ester 9:31).

El Ayuno En El Nuevo Testamento

     El ayuno se menciona también en el Nuevo Testamento. Los judíos devotos ayunaban (Hechos 27:9). Algunos ayunaban los lunes y los jueves (Lucas 18:12). Otros, como Ana, que servía a Dios en el templo con "ayunos y oraciones" (Lucas 2:37), lo hacían más a menudo. Los discípulos de Juan el Bautista ayunaban (Marcos 2:18). Jesucristo ayunó cuarenta días y cuarenta noches antes de la tentación (Mateo 3:2). Asimismo, se menciona el ayuno de Cornelio (Hechos 10:30), de los cristianos de Antioquía (Hechos 13:2 al 3), de Pablo y Bernabé (Hechos 14:23), y se registra la recomendación de Pablo a los matrimonios (1 Corintios 7:5).

     Algunos opinan que pasajes como Mateo 17:21, Marcos 9:29, Hechos 10:30 y 1 Corintios 7:5 no deben tomarse en cuenta porque no se encuentran en los manuscritos más antiguos, pero la existencia de estos versículos en muchos manuscritos demuestra por lo menos que la iglesia primitiva creía en el valor del ayuno.

     Jesús no canceló la práctica, pero pidió que sus seguidores lo hicieran con la mirada fija en Dios, no en los hombres (Mateo 6:16 al 18).

     Ahora, en este período de la Gracia, por medio de Jesús el creyente tiene entrada al Lugar Santísimo, que es entrar a la presencia del Padre. Y esto solo lo hacía lo sacerdotes en el Tabernáculos y algunos casos especiales de personajes bíblicos. Conviene entender claramente la diferencia entre sacar el tiempo de oración, el tiempo de vigilia, en tiempo de clamor o rogativa a Dios y el ayuno. La diferencia marcada del ayuno lo describe Isaías 58, donde Dios mismo da las instrucciones.

     Lo que hace diferente al ayuno de todo lo anterior, es sacar el estorbo espiritual que impide hablar con Dios, o que Dios responda. Es como un taller de reparaciones donde se presenta los errores, pecados y los pecados que son ocultos, esto es, lo que hacemos creyendo que está bien, cuando en realdad está mal. Es presentar a Dios que cambie la impiedad que hay en nosotros, para poner la sensibilidad que Dios quiere en nosotros. El objetivo es claro, limpiarnos de toda inmundicia y lograr lo que Dios dice en los versículos 8 y la primera parte del 9, que dice:

"Entonces nacerá tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia. Entonces invocarás, y te oirá Jehová; clamarás, y dirá él: Heme aquí."

     Objetivo final, recibir la respuesta de Dios a la petición que agrada a Dios. Esto se puede lograr en el tiempo de oración, en el tiempo de vigilia, en el tiempo clamor o rogativa. Pero si no hay respuesta, entonces es necesario el ayuno para quitar el estorbo.

     El Ayuno personal, es separar el tiempo para estar a solas con Dios, con todo el proceso del consejo de Dios en Isaías 58. Para que sea ayuno, aparte de abstenerse de alimentos, deber tener dos propósitos. El primero, arreglar cuentas con Dios, entrar al Taller del Maestro, que Dios revele cualquier pecado oculto. Segundo lograr la claridad espiritual para que Dios te responda cuando tú lo solicites.

     El Ayuno en una Iglesia o Congregación. Por ejemplo, se selecciona un día para estar reunidos desde las 8:00 de la mañana hasta las 1:00 de la tarde. Lo ideal es lo siguiente:

  1. Ir voluntariamente a recibir de Dios.
  2. Un líder que exhorte a orar, cada cual, íntimamente con Dios. Y explicar en forma breve o detallada lo que es realmente el ayuno.
  3. Luego de pasar un tiempo de oración. Y por lo regular hay personas nuevas en el Fe, que no saben orar, o tienen alguna dificulta emocional en ese día, lo ideal es que un líder de oración, ore un tiempo corto en voz alta. La oración debe estar enfocada en presentar nuestros pecados o errores ante Dios, en pedir perdón por cualquier falta, entrar en la presencia de Dios.
  4. Se puede cantar una alabanza de adoración y exaltación a Dios, breve.
  5. Si ya hay una persona que ha orado a Dios y tiene un mensaje, que sea un mensaje corto, preciso y directo que ayude a los presente a quitar lo que estorba la comunión con Dios.
  6. Finalmente, oración por la petición colectiva de la congregación, sea la salvación de los vecinos, un objetivo nacional, ect. Y si Dios dirige, algunas peticiones especiales de los presentes.

     Es cuestión de meditar en Dios y orar. Si no existen estos puntos en la convocatoria de ayuno congregacional, juzgue usted, entonces no se puede llamar ayuno. Pudiera llamarse culto al Altísimo, ó tiempo de oración, ó clamor especial para un tema específico. Cada Pastor y Líder evalúe y le presente al tema directamente a Dios. Lo importante es no caer una ritual meramente religioso o hipócrita.