Diccionario Ilustrado
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Amorreo

    AMORREOS, (hebreo, ’emori, los que viven en las montañas). Usado colectivamente refiriéndose a la tribu que descendía de Canaán (Génesis 10:15, 16). La arqueología revela que eran nómadas antes de la época de Abraham.

    Cuando pueblos del norte los sacaron de esta región, se establecieron en Babilonia y controlaron

    toda la región, dando a Babilonia uno de los períodos más ricos de su historia. Habitaban la región al noroeste de Mesopotamia, por lo que se les dio el nombre de amurru ("occidentales"). Desde aquí invadieron a las ciudades de Mesopotamia y constituyeron parte importante de la presión internacional que rompió por fin el dominio de la tercera dinastía de Ur (cerca del año 2060 al 1950 antes de Cristo) sobre estas ciudades.

    Las tabletas de Mari dan muchos datos de ellos, y se cree ahora que Amrafel de Sinar (Génesis 14:1) era uno de sus reyes.

    En medio de esta turbulencia salió Abraham de su tierra natal. El poder de los amorreos crecía en Mesopotamia y, como consecuencia, Babilonia inició su carrera internacional bajo el rey amorreo Hammurabi (cerca del año 1728 al 1686 antes de Cristo), quien conquistó Asur (ASIRIA) y Mari.

    Otros grupos de amorreos habían emigrado hacia el sur y ocupaban una gran parte de la tierra prometida, a ambos lados del Jordán. En Génesis 14:7, se les encuentra en Hazezon tamar (Engadi), al oeste del mar Muerto; y Génesis 14:13 menciona a los amorreos de Mamre, con quienes Abraham se alió.

    Los amorreos se nombran entre las diez naciones cuya tierra Dios otorgó a la descendencia de Abraham (Génesis 15:21), pero su cultura dominaba tanto la de las otras nueve que se menciona en Génesis 15:16 como representante de la vida cananea: "aún no ha llegado a su colmo la maldad del amorreo hasta aquí". Este dominio general parece que ya había menguado en el tiempo de Moisés, quizás por la influencia de los HETEOS ; se ve a los amorreos representados por varios reinos claramente delineados. Sin embargo, eran todavía (de acuerdo a Génesis 15:16) el símbolo de la oposición a Israel, a juzgar por la importancia dada a la victoria sobre Sehón y Og, reyes amorreos al este del Jordán (Números 36) y a la derrota en Hai (Josué 7:7). Dios mostró su poder al detener el sol durante la batalla contra la alianza amorrea de los reyes de Jerusalén, Hebrón, Jarmut, Laquis y Eglón (Josué 10).

    Los rasgos más abominables de la idolatría israelita se debían a los amorreos (1 Reyes 21:26; 2 Reyes 21:11) que no fueron eliminados, sino que quedaron como remanente en un estado servil (1 Reyes 9:20, 21). Por fin, "la maldad del amorreo" fue lo que llevó a Israel al cautiverio.