Dios usa como instrumento de juicio a Asiria, la cual irá a saquear y destruir en Jerusalén y Samaria, los reinos divididos. El juicio viene por la tanta idolatría, un pueblo corrompido. Pero Asiria Dios la compara con un hacha que se jacta de su hazaña e ignora que la gloria no es del hacha, la gloria es de utiliza el haya como instrumento. Y por esta jactancia, prepotencia y altanería de Asiria, luego que haga lo que Dios le mandó hacer, será desolada y destruida.

El juicio contra Samaria y Jerusalén producirá un remanente santo para Dios, y serán restaurados.

La historia se repite, cuando Dios usa un instrumento de juicio o de bendición, el instrumento se jacta de su obra, quitándole la Gloria a Dios. ¿Entiende usted esto?

Medite, ¿realmente usted entiende esto? ¿Sabe usted las malas consecuencias que trae esta mala actitud?

El que pueda decir, que lo diga,

¡A Dios sea la Gloria!

¡Siervos útiles somos en las manos del Señor!