Reinado de Josías
Concordancia con 2Cr. 34:1-2
1 Cuando Josías comenzó a reinar era de ocho años, y reinó en Jerusalén
treinta y un años. El nombre de su madre fue Jedida hija de Adaía, de
Boscat.
2 E hizo lo recto ante los ojos de Jehová, y anduvo en todo el camino de
David su padre, sin apartarse a derecha ni a izquierda.
Hallazgo del libro de la ley
Concordancia con 2Cr. 34:8-33
3 A los dieciocho años del rey Josías, envió el rey a Safán hijo de
Azalía, hijo de Mesulam, escriba, a la casa de Jehová, diciendo:
4 Ve al sumo sacerdote Hilcías, y dile que recoja el dinero que han
traído a la casa de Jehová, que han recogido del pueblo los guardianes
de la puerta, 5
y que lo pongan en manos de los que hacen la obra, que tienen a su cargo
el arreglo de la casa de Jehová, y que lo entreguen a los que hacen la
obra de la casa de Jehová, para reparar las grietas de la casa;
6
a los carpinteros, maestros y albañiles, para comprar madera y piedra de
cantería para reparar la casa;
7
y que no se les tome cuenta del dinero cuyo manejo se les confiare,
porque ellos proceden con honradez.
8 Entonces dijo el sumo sacerdote Hilcías al escriba Safán: He hallado
el libro de la ley en la casa de Jehová. E Hilcías dio el libro a Safán,
y lo leyó.
9 Viniendo luego el escriba Safán al rey, dio cuenta al rey y dijo: Tus
siervos han recogido el dinero que se halló en el templo, y lo han
entregado en poder de los que hacen la obra, que tienen a su cargo el
arreglo de la casa de Jehová.
10 Asimismo el escriba Safán declaró al rey, diciendo: El sacerdote
Hilcías me ha dado un libro. Y lo leyó Safán delante del rey.
11 Y cuando el rey hubo oído las palabras del libro de la ley, rasgó sus
vestidos.
12 Luego el rey dio orden al sacerdote Hilcías, a Ahicam hijo de Safán,
a Acbor hijo de Micaías, al escriba Safán y a Asaías siervo del rey,
diciendo:
13 Id y preguntad a Jehová por mí, y por el pueblo, y por todo Judá,
acerca de las palabras de este libro que se ha hallado; porque grande es
la ira de Jehová que se ha encendido contra nosotros, por cuanto
nuestros padres no escucharon las palabras de este libro, para hacer
conforme a todo lo que nos fue escrito.
14 Entonces fueron el sacerdote Hilcías, y Ahicam, Acbor, Safán y
Asaías, a la profetisa Hulda, mujer de Salum hijo de Ticva, hijo de
Harhas, guarda de las vestiduras, la cual moraba en Jerusalén en la
segunda parte de la ciudad, y hablaron con ella.
15 Y ella les dijo: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Decid al
varón que os envió a mí:
16 Así dijo Jehová: He aquí yo traigo sobre este lugar, y sobre los que
en él moran, todo el mal de que habla este libro que ha leído el rey de
Judá;
17 por cuanto me dejaron a mí, y quemaron incienso a dioses ajenos,
provocándome a ira con toda la obra de sus manos; mi ira se ha encendido
contra este lugar, y no se apagará.
18 Mas al rey de Judá que os ha enviado para que preguntaseis a Jehová,
diréis así: Así ha dicho Jehová el Dios de Israel: Por cuanto oíste las
palabras del libro, 19
y tu corazón se enterneció, y te humillaste delante de Jehová, cuando
oíste lo que yo he pronunciado contra este lugar y contra sus moradores,
que vendrán a ser asolados y malditos, y rasgaste tus vestidos, y
lloraste en mi presencia, también yo te he oído, dice Jehová.
20 Por tanto, he aquí yo te recogeré con tus padres, y serás llevado a
tu sepulcro en paz, y no verán tus ojos todo el mal que yo traigo sobre
este lugar. Y ellos dieron al rey la respuesta.
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