Judá es librado de Senaquerib
Concordancia con 2 Cr. 32:20-23;
Is. 37:1-38
1 Cuando el rey Ezequías lo oyó, rasgó sus vestidos y se cubrió de
cilicio, y entró en la casa de Jehová.
2 Y envió a Eliaquim mayordomo, a Sebna escriba y a los ancianos de los
sacerdotes, cubiertos de cilicio, al profeta Isaías hijo de Amoz, 3 para
que le dijesen: Así ha dicho Ezequías: Este día es día de angustia, de
reprensión y de blasfemia; porque los hijos están a punto de nacer, y la
que da a luz no tiene fuerzas.
4 Quizá oirá Jehová tu Dios todas las palabras del Rabsaces, a quien el
rey de los asirios su señor ha enviado para blasfemar al Dios viviente,
y para vituperar con palabras, las cuales Jehová tu Dios ha oído; por
tanto, eleva oración por el remanente que aún queda.
5 Vinieron, pues, los siervos del rey Ezequías a Isaías.
6 E Isaías les respondió: Así diréis a vuestro señor: Así ha dicho
Jehová: No temas por las palabras que has oído, con las cuales me han
blasfemado los siervos del rey de Asiria.
7 He aquí pondré yo en él un espíritu, y oirá rumor, y volverá a su
tierra; y haré que en su tierra caiga a espada.
8 Y regresando el Rabsaces, halló al rey de Asiria combatiendo contra
Libna; porque oyó que se había ido de Laquis.
9 Y oyó decir que Tirhaca rey de Etiopía había salido para hacerle
guerra. Entonces volvió él y envió embajadores a Ezequías, diciendo:
10 Así diréis a Ezequías rey de Judá: No te engañe tu Dios en quien tú
confías, para decir: Jerusalén no será entregada en mano del rey de
Asiria.
11 He aquí tú has oído lo que han hecho los reyes de Asiria a todas las
tierras, destruyéndolas; ¿y escaparás tú?
12 ¿Acaso libraron sus dioses a las naciones que mis padres destruyeron,
esto es, Gozán, Harán, Resef, y los hijos de Edén que estaban en
Telasar?
13 ¿Dónde está el rey de Hamat, el rey de Arfad, y el rey de la ciudad
de Sefarvaim, de Hena y de Iva?
14 Y tomó Ezequías las cartas de mano de los embajadores; y después que
las hubo leído, subió a la casa de Jehová, y las extendió Ezequías
delante de Jehová.
15 Y oró Ezequías delante de Jehová, diciendo: Jehová Dios de Israel,
que moras entre los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de
la tierra; tú hiciste el cielo y la tierra.
16 Inclina, oh Jehová, tu oído, y oye; abre, oh Jehová, tus ojos, y
mira; y oye las palabras de Senaquerib, que ha enviado a blasfemar al
Dios viviente.
17 Es verdad, oh Jehová, que los reyes de Asiria han destruido las
naciones y sus tierras; 18
y que echaron al fuego a sus dioses, por cuanto ellos no eran dioses,
sino obra de manos de hombres, madera o piedra, y por eso los
destruyeron.
19 Ahora, pues, oh Jehová Dios nuestro, sálvanos, te ruego, de su mano,
para que sepan todos los reinos de la tierra que sólo tú, Jehová, eres
Dios.
20 Entonces Isaías hijo de Amoz envió a decir a Ezequías: Así ha dicho
Jehová, Dios de Israel: Lo que me pediste acerca de Senaquerib rey de
Asiria, he oído.
21 Esta es la palabra que Jehová ha pronunciado acerca de él: La virgen
hija de Sion te menosprecia, te escarnece; detrás de ti mueve su cabeza
la hija de Jerusalén.
22 ¿A quién has vituperado y blasfemado? ¿y contra quién has alzado la
voz, y levantado en alto tus ojos? Contra el Santo de Israel.
23 Por mano de tus mensajeros has vituperado a Jehová, y has dicho: Con
la multitud de mis carros he subido a las alturas de los montes, a lo
más inaccesible del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses más
escogidos; me alojaré en sus más remotos lugares, en el bosque de sus
feraces campos.
24 Yo he cavado y bebido las aguas extrañas, he secado con las plantas
de mis pies todos los ríos de Egipto.
25 ¿Nunca has oído que desde tiempos antiguos yo lo hice, y que desde
los días de la antigüedad lo tengo ideado? Y ahora lo he hecho venir, y
tú serás para hacer desolaciones, para reducir las ciudades fortificadas
a montones de escombros.
26 Sus moradores fueron de corto poder; fueron acobardados y
confundidos; vinieron a ser como la hierba del campo, y como hortaliza
verde, como heno de los terrados, marchitado antes de su madurez.
27 He conocido tu situación, tu salida y tu entrada, y tu furor contra
mí.
28 Por cuanto te has airado contra mí, por cuanto tu arrogancia ha
subido a mis oídos, yo pondré mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus
labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.
29 Y esto te daré por señal, oh Ezequías: Este año comeréis lo que
nacerá de suyo, y el segundo año lo que nacerá de suyo; y el tercer año
sembraréis, y segaréis, y plantaréis viñas, y comeréis el fruto de
ellas.
30 Y lo que hubiere escapado, lo que hubiere quedado de la casa de Judá,
volverá a echar raíces abajo, y llevará fruto arriba.
31 Porque saldrá de Jerusalén remanente, y del monte de Sion los que se
salven. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto.
32 Por tanto, así dice Jehová acerca del rey de Asiria: No entrará en
esta ciudad, ni echará saeta en ella; ni vendrá delante de ella con
escudo, ni levantará contra ella baluarte.
33 Por el mismo camino que vino, volverá, y no entrará en esta ciudad,
dice Jehová.
34 Porque yo ampararé esta ciudad para salvarla, por amor a mí mismo, y
por amor a David mi siervo.
Concordancia con 2Cr
32:21
35 Y aconteció que aquella misma noche salió el ángel de Jehová, y mató
en el campamento de los asirios a ciento ochenta y cinco mil; y cuando
se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos.
36 Entonces Senaquerib rey de Asiria se fue, y volvió a Nínive, donde se
quedó.
37 Y aconteció que mientras él adoraba en el templo de Nisroc su dios,
Adramelec y Sarezer sus hijos lo hirieron a espada, y huyeron a tierra
de Ararat. Y reinó en su lugar Esarhadón su hijo.
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