Muchas religiones pecan con el pecado de idolatría, la cual Dios aborrece, al tener estatuas e imágenes de sus ídolos o entidades supuestamente divinas. El Vaticano, que es un estado político como cualquier país, y a la vez es una religión, ha desobedecido a Dios en este mandato. Tratando de justificarse usan como ejemplo la serpiente que Dios levantó en el desierto para sanidad de mordeduras de serpientes (Números 21: 9).

Pero el rey Ezequías en 2 Reyes 18: 4 haciendo lo recto delante de Dios, destruyó las imágenes de idolatría incluyendo la serpiente de bronce que Moisés había levantado en el desierto. Pregúntese, ¿y por qué la destruyó? La destruyo porque el pueblo le prendían incienso y la trataron como un objeto de idolatría, contrario al propósito de Dios. Luego, el mismo Jesús explica la simbología que eso tenía, y cito las palabras de Jesús:

Juan 3:14 al 16 " Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado; para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna."

Se inserta el final de la historia de la deportación de Israel, bajo el reinado de Oseas, se detalla. Estos detalles en vez de estar en el capítulo 17 que resume la deportación, está aquí porque es bajo el tiempo del reinado de Ezequías.