Referencias de Capítulo 15 de 2 Reyes

AZARÍAS (1 Reyes 15:1) también se le llama UZÍAS (2 Crónicas 26:3)

Otra versión Bíblica lo aclara mejor el Versículo 13, traduce así:

Salum, hijo de Jabes, comenzó a reinar en el año treinta y nueve de Uzías (Azarías), rey de Judá,

Versículo 7. Isaías 6:1. El profeta Isaías cuenta que tuvo una visión el mismo año que murió el rey Uzías.

Versículo 12. 2 Reyes 10:30. En Zacarías, rey de Israel, se cumplió la promesa que hizo Jehová a Jehú por haber hecho lo correcto. Pero Zacarías hizo lo malo delante de Jehová.


Comentario.

Dios cumple su palabra, le prometió a Jehú que hasta la cuarta generación reinaría su descendencia, y Dios lo cumplió. Pero note que esos cuatro reyes hicieron lo malo, y estos reyes fueron: Joacaz, Joas, Jeroboam II y Zacarías.

¿Qué se puede aprender de Esto?

La petición más importante que se le puede hacer a Dios, es, que guarde nuestra salvación, que nos corrija para mantener o alcanzar la salvación. Luego todo lo demás es añadiduras y bendiciones para disfrutarlas. Quién dice esto es Jesús en Mateo 6: 33, que dice:

"Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas."

Y en Mateo 16:26, lo siguiente:

"Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?"

Bueno es que saque un tiempo para reflexionar y alabar a Dios.

A Zacarías lo asesina Salum. Salum duró solo un mes en el reinado, y fue asesinado por Manahem. Manahem fue sanguinario, pero tuvo tanto miedo ante el Pul rey de Asiria, que se adelantó a ofrecerle una cantidad grande de dinero para que no atacara y lo ayudara. Impuso una fuerte carga de impuestos económicos sobre Israel para dárselo a Pul, pero este siguió de largo.

Se sigue cumpliendo constantemente lo que dice Proverbios 28: 1, que dice:

"Huye el impío sin que nadie lo persiga; Mas el justo está confiado como un león."

Es por eso que los narcotraficantes, asesinos, dictadores, ladrones, y todo aquél que anda en maldad, ninguno tiene paz y siempre están pendiente de quién, cómo y cuando lo pueden atacar. Y vive siempre en sospecha. De esto hay cientos de testimonios de personas que andaban en delitos y pecado y que ahora le sirven al Señor y han testificado todo esto.