Comentario de 2R 9:27-37

Luego, Jehú cumple con el mandato del Señor, y mata a Ocozías, que fue el próximo rey luego de Acab.

Luego fue para matar a perversa Jezabel, esta mujer, al enterarse que venía Jehú, se adornó y pintó con todos sus encantos de mujer, quizás como mujer coqueta y manipuladora, pero eso de nada le sirvió, su sentencia estaba dada por el Señor. Pero antes de morir, Jezabel le hace una pregunta:

¿Le sucedió bien a Zimri, que mató a su señor?

Zimri solo duro 7 días de reinado porque el pueblo lo aborreció y puso por rey a Omri. La historia de Zimri la narra 1R 16: 15-20

Le quiso decir a Jehú que le iría mal si la mataba, pero no le funcionó esa manipulación.

Dos o tres eunucos se pusieron de parte de Jehú, y este ordenó que la empujaran por la ventana desde lo alto. Jezabel salpicó su sangre y Jehú a arremató atropellándola con su caballo o carro de guerra.

Jehú, con su conciencia tranquila al seguir el mandato del Señor, luego que entró comió y bebió, ordenó que la sepultaran por ser hija de un rey. Pero que sorpresa, los perros se la comieron y solo dejaron el esqueleto, los pies y la palma de las manos.

Es curioso, quizás simbólico, que solo dejaron los perros los pies y la palma de las manos.

En la simbología negativa de los pies vemos lo siguiente:

“el corazón que maquina pensamientos inicuos, los pies presurosos para correr al mal,” (Proverbios 6: 18)

“No es bueno que el alma esté sin conocimiento, y el que se apresura con los pies peca.” (Proverbios 19: 2)

El que envía mensaje por mano de un necio, se corta los pies y bebe su daño. (Proverbios 26:6)

Y en la simbología negativa de las manos vemos lo siguiente:

Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente, (Proverbios 6:17)

Todas estas malas cualidades las tenía Jezabel.

Profecía cumplida de boca del profeta Elías, y vemos los versículos 36 y 37 que dice:

Y volvieron, y se lo dijeron. Y él dijo: Esta es la palabra de Dios, la cual él habló por medio de su siervo Elías tisbita, diciendo: En la heredad de Jezreel comerán los perros las carnes de Jezabel, y el cuerpo de Jezabel será como estiércol sobre la faz de la tierra en la heredad de Jezreel, de manera que nadie pueda decir: Esta es Jezabel.

Vea 1R 21: 23

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